Capítulo 4: En La Interperie

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"No estoy segura de esto, Chloe." Max tamborilermaba rápidamente sus dedos sobre su regazo.

"La verdad no le veo el problema," Dijo Chloe mientras buscaba entre sus discos. Tomó uno y lo analizó, asintió para ella. Abrió la caja y finalmente giró su mirada a Max. "En serio, ¿cuál es el problema?"

"Quiero decir, ¿No es algo pronto? Digo, para ella solo nos hemos visto por una semana. No sabe de toda la mierda loca que nos unió." Hablaba sorprendenemente rápido, a 10 metros por minuto.

"Maxers," dijo Chloe, poniendo su mano sobre el hombro de la chica pequeña. "Aún así solo han sido dos semanas, aún con todo el viaje temporal." Se giró para poner el disco en el estéreo, agachándose mientras presionaba algunos botones. Max la miró con el ceño fruncido.

"Bien, pero aún así...no sé si tendrá sentido para ella. Quiero..." su voz bajó a un volumen imperceptible. La música sonó, bastante energía punk en el aire.

"Lo siento, Murmullos, no escuché. ¿Que ibas a decir?" Dijo Chloe deslizando una mano hacia la espalda de Max. La castaña con pereza se sujetó del escritorio de Chloe antes de doblar un pedazo de papel. "Oye tú," El tono de Chloe era de preocupación. "¿Qué pasa?"

"Dije..." El rostro de Max se puso rojo, sus ojos moviéndose de un lado a otro. "Quiero gustarle." Chloe estalló en risa.

"¿¡Qué!?, ¡Max ella te ama!" Sacudió su cabeza, su ceja se levantó.

"Me refiero a gustarle como tú novia." Su piel se seguia poniendo roja.

Eres una maldita idiota, Max.

"Mira, amiga." Chloe se sentó en el escritorio, enrollando una pierna alrededor de Max. Colocó ambas manos en las sienes de la chica y comenzó a frotar su cabello con cariño. La vista no ayudó mucho con la vergüenza de Max, ahora que sus ojos estaban perfectamente alineados con el pecho de Chloe. "Actúas como si no hubiéramos crecido juntas. No es como que sea algo totalmente raro. ¡Fuimos totalmente inseparables por años! No creo que fuera una posibilidad tan remota como tú crees." Se agachó para poder besar la cabeza de Max.

"¿Supongo?" Max involuntariamente movió su cabeza, recibiendo el toque de Chloe. "¿Pero qué tal si no le agrada la idea? Ya puedo escucharla llamándome ramera o algo así."

"¡¿Ramera?!." Chloe rió. "Necesitas relajarte, Max. Además, no dejes que su acento sureño te engañe - Joyce es muy tranquila con los problemas sociales." Miró a Max con ojos juguetones.

"No lo sé, solo estoy aterrorizada de que esté en contra." Max estaba muriendo su labio inferior, sus ojos moviéndose a un lado para no mirar el pecho de Chloe. Ella suspiró. "¿Ella sabe cómo te sentías por Rachel?" Chloe la miró con sus ojos entrecerrados.

"¿Es de eso de lo que se trata?" Giró sus ojos. "Vamos, Max. Sí, sentí algo por Rachel. No, ella no se sentía así por mí". Max solamente asintió para ella. "Dentente con eso, vamos." Tiró con fuerza de la barbilla de Max para que sus ojos se vieran. Estaba claramente frustada. "No te lo guardes." ¿Esas eran lágrimas en sus ojos? "¿Por favor? ¿En serio?"

Buen trabajo, la hiciste llorar.

"Lo siento. No está bien hablar de ella así." La culpa se abría camino hasta su cabeza. "Es solo que...ya sabes, todos tienen historias geniales sobre ella y-

"No recuerdo esa vez que Rachel y yo volvimos a hablar después de pasar cinco años sin dirigirnos la palabra. Ni esa vez que ambas cruzamos por un infierno literalmente porque que se jodan las fuerzas cósmicas." Ella azotó su mano contra la escritorio, no muy fuerte, pero lo suficiente para dar a entender su punto. "Max, estuve enamorada, estoy segura de que tú también lo estuviste varias veces. Pero ahora ambas estamos juntas. Y estoy tan jodidamente enamorada de tí." Dejó escapar algo entre un suspiro y un gruñido y limpió sus ojos llorosos. La ya pequeña chica se encogia con cada segundo que pasaba.

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