Capítulo 20: La Tormenta

8 2 0
                                    

El viento se arremolinaba en su cabeza, carcomiendo los límites de su cordura. Estaba de pie junto al faro sobre la bahía, mirando como la tormenta se acercaba al pueblo. Sintió un nudo en el estómago, provocando un dolor oscuro y sordo en su abdomen. La electricidad del aire jaló su cabello, hacia el cielo negro. Gimiendo y sin atreverse a apartar la mirada, sintió que una mano se deslizaba a su lado y la sujetaba con gesto protector.

"Max, siempre estaré contigo..." El agarre lentamente se hizo más fuerte, apretando hasta que dolía. Vacilando, intentó liberarse, girando a un lado con pánico. "En nuestro Cuarto Oscuro," Jefferson dijo con una voz serena y sin vida

"¡No!" Max chilló al sentarse, quitando las sábanas que estaban sobre ella. Su cuerpo pesaba con malestar y sus ojos escaneaban el cuarto donde estaba. De repente, su cuarto se iluminó, seguido por el ruidoso retumbar de un trueno. Sintió que su corazón cayó a su estómago. "Oh Dios, oh no, carajo. ¡Mierda!" Saltó de su cama y fue a la ventana. Ella tiró del cordón, rasgando las persianas hasta la parte superior del cristal, revelando una tormenta feroz. Colocó una mano en su boca y sollozó.

¡Esto no puede estar pasando! ¡Esto no puede estar puto pasando!

Temblando, tomó su teléfono y marcó el número de Chloe. Con cada segundo que el tono sonaba, la presión en su pecho crecía, el mundo a su alrededor se alejaba y ponía borroso.

"¿Max?" Chloe finalmente contestó, su voz estaba adormilada pero preocupada. "Son las dos de la mañana, ¿Qué haces?"

"¿Estás bien?" Lloró, mirando como el poster de la pared se derretía en colores sin forma. "¡Regresó, Chloe! ¡Regresó! ¡Por favor, dime que estás bien!" Hubo un silencio pesado que parecía durar para siempre.

"Max..." Su voz parecía más despierta, pero silenciosa. "Es una tormenta eléctrica normal. La han anunciado por días. Es una tormenta normal..." Max sacudió su cabeza, sus labios se fruncieron mientras lloraba.

"¡No, Chloe! ¡Tuve un sueño! ¡Es real, volvió! ¡Volvió por mi!" Los dedos de sus pies se separaron un poco, enterrandose en la alfombra.

"Voy," dijo Chloe. Max pudo escucharla moviéndose en su cuarto.

"¡No puedes! ¡Es muy peligroso!" Se abrazó con su brazo libre con fuerza mientras sollozaba.

"Bebé, por favor, escúchame..." Su voz era tan suave y suplicante. "Voy a ir contigo, ¿Bien? Estaré ahí pronto, solo espera. ¿Puedes ir con Warren hasta que llegue? No quiero que estés sola." Max se encogió cuándo su cuarto se iluminó de nuevo, apretó su puño tan fuerte que las uñas rompieron su piel.

"Regresó, Chloe," repitió, su voz era apenas un susurro.

"Ve con Warren, por favor. Te lo ruego." Max escuchó sus cajones abrirse y cerrarse de golpe. Cerró sus ojos y mordió su labio inferior. "Max, ¿Estás ahí?"

"Por favor ten cuidado," dijo, girando hacia la puerta.

"Lo haré, lo prometo." Max caminó hacia la puerta, con cada paso sentía que sus huesos eran de gelatina. Todo lo que podía escuchar además de a Chloe eran las gotas chocando. "¿Max?" Dijo Chloe.

¿Si?"

"Te amo."

-----

Controlando un poco sus nervios, llamó a la puerta de Warren mezclando golpes fuertes y ligeros. Miró a su alrededor desesperadamente mientras se agarraba la caja torácica, buscando algo a lo que agarrarse para sostenerse. Después de un momento terriblemente largo, la puerta se abrió.

OuroborosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora