Capítulo 3

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~Moby Dick~

"Ey." Gritó una voz, pateando suavemente el cuerpo que yacía en la silla lateral de Barbablanca, quien los observaba con leve diversión. "Despierta. Has estado durmiendo durante tres horas". La voz terminó.

"Déjame en paz." El cuerpo gimió antes de darse la vuelta y mostrarle su espalda tatuada a la persona que perturbaba su sueño.

"Estar de mal humor no permitirá que el barco se dirija más rápido a la siguiente isla, Ace". Ante eso, Portgas D. Ace, uno de los comandantes de la Segunda División de los Piratas de Barbablanca, levanta la vista del suelo y mira fijamente a su agresor.

"Cállate, Sabo." Gruñó, ganándose una mirada de Outlook Sabo, el hermano jurado de Ace, y también comandante de la Segunda División. "Y no estoy de mal humor." Añadió, finalmente sentándose. Su declaración obtuvo una expresión inexpresiva de su hermano rubio y una risa de Barbablanca.

"Lo eres, hijo." Barbablanca sonrió, haciendo que Ace hiciera un ligero puchero.

"Oyaji..." Se quejó, ganándose otra risa de su padre y una risita de Sabo.

"Vamos Flame Brain. Hora de almorzar". Sabo declaró; sin embargo, el comandante de cabello negro no se alejó de su posición.

"Ace..." comenzó Barbablanca, haciendo que sus hijos lo miraran. "Marco está bien. Todavía está vivo". Dicho Pirata no parecía exactamente convencido y tampoco lo era su hermano, pero el pirata de cabello rubio lo esconde mejor que el pirata de cabello azabache.

"¿Cómo sabes eso Oyaji?" -Preguntó Ace. "No tenemos la tarjeta vivre de Marco—"

"Lo cual les exigiré a todos que consigan uno y me den un trozo". Barbablanca interrumpió, refunfuñando, lamentando el hecho de que él ni sus otros hijos no tuvieran la tarjeta vivre de Marco. De hecho, solo Barbablanca tiene una tarjeta de vivre entre ellos y los trozos de papel ya fueron entregados a todos sus hijos y aliados. Sabo y Ace se miraron antes de buscar en sus bolsillos y, de mala gana, le dieron un trozo roto de su tarjeta de vivre. Esto, por supuesto, hizo que Barbablanca parpadeara de asombro antes de fruncir el ceño.

"¿Ustedes, mocosos, tienen uno?" Preguntó, haciendo que los hermanos se encogieran de hombros, sin darle excusa al capitán de por qué se lo mostraron. Porque en verdad, los dos ya tienen su tarjeta Vivre, la tuvieron durante la época en que todavía eran Co-Capitanes de los Piratas Spade. Ambos hermanos jurados tenían la pieza del otro y les queda al menos un tamaño de su papel para donarlo a su Luz. Y no es que no quisieran darle una pieza a su Capitán, es solo que planean conseguir una diferente en una isla que pueda crearla. Y ese será roto y entregado a su Capitán y a los miembros de la tripulación de los Piratas de Barbablanca, pero desde que su Capitán descubrió que no todos tienen su propio 'papel de la vida', ha estado de mal humor ("No, no lo tengo. " "Tú eres Oyaji.") y siempre se quejará cada vez que se mencione. Anoche, el hermano jurado había llegado a un acuerdo de arrancar un trozo de papel de ese tamaño y entregárselo a su capitán para calmarlo o al menos evitar que se quejara más. Sin embargo, no le quitarán más pedazos, el pedazo de Oyaji será el último en ser arrancado.

("¡Pero es para Light! ¡Quiero que le dé uno grande!"

"Ace... todavía nos queda una pieza más grande. ¡Light puede tenerla, pero le vamos a dar una pieza a Oyaji!"

"¿Qué tal si le damos a Light el nuevo?"

"Pensé que habíamos acordado que una gran parte de nuestra primera tarjeta Vivre se le daría a Light. ¿Para representar que ellos siempre serán lo primero, pase lo que pase?"

"¡Lo hicimos!"

"Entonces, romperemos un trozo de este papel que sea lo suficientemente grande para Oyaji... y el resto será para Light".

De marines enjaulados a piratas de BarbablancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora