Por favor dame palmaditas

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"La puerta está abierta."

Si... el pestillo inteligente todavía decía lo mismo.

Era mecánico, pero obedientemente le daba la bienvenida. En innumerables noches en las que regresó sola a casa.

Su Chang eligió esto en ese entonces. En ese momento, Yu Zhou quería una marca Xiao-Mi, que fuera barata y se anunciara como versátil. Su Chang no estuvo de acuerdo y eligió una marca poco conocida con poca información sobre el producto en Taobao, que era sorprendentemente cara y difícil de encontrar servicios de reparación para cuando se averiaba.

Además, no tenía otras habilidades además de abrir y cerrar la puerta, a diferencia del Xiao-Mi, que tenía timbre electrónico y alarma.

Se preguntó si Xiao-Mi podría detectar a Xiang Wan y transmitirle la información a sí misma a tiempo.

Pensando en Xiang Wan, Yu Zhou miró hacia adentro desde la entrada. Ella todavía estaba sentada junto a la mesa del comedor, mirando su iPad.

La joven señorita no tenía la costumbre de saludar a la gente, y probablemente todavía estaba pensando en cómo se acercó a ella sin alertarla. Fue realmente descortés.

Yu Zhou recogió la Wanwan que corrió hacia ella y se cambió los zapatos para entrar.

Xiang Wan levantó la vista y sonrió: "Has vuelto".

Tan familiar, Yu Zhou sonrió, sintiendo que Xiang Wan estaba como en su propia casa.

La segunda frase fue: "¿Por cuánto dinero empeñaste?"

Cuando Xiang Wan preguntó por el paradero de esta horquilla en la mañana, Yu Zhou dijo que la vendería en una tienda de antigüedades. Luego, Xiang Wan preguntó qué pasó después de que lo vendió, por lo que ella respondió que se exhibiría en el escaparate de la tienda de antigüedades. Xiang Wan preguntó si podía canjearlo.

Por supuesto, si tienes dinero, dijo Yu Zhou.

Xiang Wan pensó por un momento y respondió: "Esta horquilla no la compra fácilmente la gente común. Lo trataré como si lo empeñaras y lo canjearé más tarde, cuando tenga suficiente dinero".

A Yu Zhou no le importaba cómo pensaba al respecto y, por supuesto, no creía que Xiang Wan se hiciera rica en 2022.

Sacó la horquilla de jade y se la devolvió a Xiang Wan.

Cuando se le preguntó cómo obtener un certificado para Xiang Wan, repentinamente se dio cuenta de que había aceptado completamente la historia de Xiang Wan y no necesitaba usar la horquilla de jade para verificarla.

Xiang Wan se sorprendió y lo tomó: "¿Por qué no lo empeñaste?"

"Bueno", suspiró Yu y se sentó a su lado, "Había una tienda que ofrecía un precio altísimo y podían transferirme a mí de inmediato. En el momento en que lo entregué, pensé, estas cosas son tus únicos recuerdos en los tiempos modernos, vender una significa tener una menos, no podría soportarlo".

De hecho, Xiang Wan estaba muy conmovida. Miró la horquilla y luego a Yu Zhou: "Tienes razón. Si no puedo regresar, esta ropa y estas cuentas serán las únicas reliquias que me dejarán mis padres".

"Sí", suspiró Yu Zhou, "la horquilla es valiosa, pero la familia no tiene precio. Guárdalo y recuerda el favor que me debes".

Hablar sin pensar, garabatear sólo con un bolígrafo, también era una habilidad profesional.

"Lo recordaré." Xiang Wan dijo seriamente. Quería ponerse la horquilla de jade blanco en su manga, pero descubrió que la manga era diferente, así que levantó la mano y tomó un pañuelo de papel, colocando con cuidado la horquilla sobre él.