—¿Estás loco?— le pregunta Chan exaltado, en voz baja para no llamar la atención de todos a su alrededor. Hyunjin negó y firmó el último papel de la pila frente a su escritorio. Lo apiló junto a los demás y se levantó de su asiento.
—La madre de Félix necesita trabajo y yo se lo daré, no tiene nada de malo porque también es la madre de Seungmin, el mejor amigo de mi hijo. — dijo Hyunjin sin más, sin borrar su suave y obstinada sonrisa del rostro.
—Bien, eso sí lo entiendo. Pero por Dios, Hwang Hyunjin, cuando Féliix te vea va a tener muchos problemas, tanto en su casa como en su trabajo ¿Estás consciente de eso, no? Y si dice algo, tu familia se irá al caño junto al amor de tu hijo.
Hyunjin tomó un sorbo de su café y miró la hora.
—Por eso voy a tomar medidas. Lo estuve pensando durante dos eternas semanas y he llegado a una conclusión, necesito acabar todo con Félix. No más burdel, no más encuentros ni engaños a Mina. Cuando Félix esté en casa, voy a buscar una manera de hablar con él en privado y le diré que actúe como si nada hubiera pasado.
Chan negó.
—No sabes lo que dices. ¿Acaso no recuerdas cuando lo viste por primera vez? Con solo verlo una vez y apenas cruzar unas palabras, te obsesionaste con ese muchacho, y aún peor, parece que tienes sentimientos por él. — Hyunjin no le miró a los ojos. — Ese chiquillo es quince años menor que tú, casi podrías ser su padre como lo eres de Jay, ¿entiendes eso? ¡Estás enamorado de un niño!
—No lo estoy, yo... Esto se pasará, sólo necesito tiempo para que ni siquiera lo recuerde.
Su amigo más bajo negó sin convencerse.
Hyunjin no iba a soportar un solo día sin Félix luego de volver a verlo. Se iba a volver loco.
Chan aún no olvidaba como lo miraba, la manera en que Hyunjin fluía y se entendía con Félix como nunca antes. Desde aquel primer día en que lo había llevado al burdel siendo Hyunjin un "hombre de bien que no le gustan esos lugares", a ser el amante de unos de los muchachos del lugar.
Recordaba la manera en la que la mirada de Félix y de su mejor amigo habían hecho click al instante. La manera en como Félix miraba a Hyunjin mientras besaba a su cliente, sonriéndole discretamente, llamándole con un simple contorneo de caderas el cual había hecho a Hyunjin decidirse de una vez por todas a acercarse al muchacho.
O simplemente como se habían besado sin decir palabra alguna a pesar de que Hyunjin ni siquiera había pagado por la compañía del chico.
Era como si ellos estuvieran hechos el uno para el otro.
Era tan fácil como haber soportado a Hyunjin esas dos semanas, despistado y preguntándole todos los días si de casualidad había ido al burdel.
"Es sólo lujuria". Aún recordaba cómo se lo había dicho luego de tres días seguidos de ir al burdel sólo para estar con Félix, y hasta ese momento Chan lo creía. Félix era hermoso y no iba a negar que su mejor amigo podría caer profundamente por él, pero ahora habían pasado meses desde aquel día y Hyunjin seguía pensando en él cada minuto, cada segundo.
Ya no estaba tan seguro si era tan solo lujuria como tanto había asegurado, y mucho menos luego de verlos juntos un mes después cuando juntos fueron al burdel, menos luego de ver cómo Félix saltaba a sus brazos y lo saludaba tan alegre como si la noche anterior no se hubieran visto, como se besaban y jugaban como un par de adolescentes enamorados.
—Nos vemos, ya me tengo que ir o se me hará más tarde. — dijo Hyunjin, dando una palmada en la espalda del más bajo. Chan asintió y lo miró irse mientras relajaba su ceño fruncido.
