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El mar es libre, yo quiero ser como el.

🌷🌟🌷


Nuevo día, útiles nuevos porque los suyos se arruinaron con el yogurt. Nuevos cuadernos donde tuvo que pasar todo lo de los anteriores. 

Nego, era difícil. Ojalá dejara de existir ese odio.

Ir a su Universidad no era demasiado fácil, no si debía correr hasta la parada de autobuses. Rezar para obtener un lugar o estar pasado siendo empujado por todos.

Para su mala suerte, le había tocado parada, con sus manos pequeñas agarrando los soportes mientras los alfas de su escuela parecían mirarla. 

No hizo caso, ahora no quería pelear. No cuando estaba feliz por tener al menos una alfa que si la quería. 

— Samantha parece ser una alfa muy apuesta. Estoy pensando en pedirle una cita. ¿Que piensas? – Siguió la voz, era una Omega. 

Una linda omega, con cabello largo y negro. Ojos azules, piel blanca y hermosa. Tenía las cualidades y sobre todo ella si podía tener hijos. 

— No lo se, no creo que te haga caso. Esta coladita por una beta.

— ¿Beta?, no. Pero si no puede darle hijos, yo con gusto le doy cinco. 

— Sí, yo diría que no la molestes.

Saber que alguien gusta de la persona que a ti te gusta, es extraño. Más si sabes que a ella también le gustas, al menos podía soñar con un "nosotras". 

Nego, no había amor en su vida. Si tan solo pudiera dejar de usar supresores y ese spray. El mundo, o su Universidad notaría que no es una beta. 

Sino una Omega mucho más valiosa que el resto.

Porque ella si podía transformarse en loba, no como la sociedad de ahora.

Cuando llegó al lugar bajo del autobús mirando a los lados y siguiendo su camino. 

Pero se detuvo, ¿si había traído sus supresores por si acaso? ¿Habia puesto el spray? 

No lo recordaba, tal vez sí.

—abril 

Tembló, su cuerpo se gira un poco. Y para su sorpresa nunca creyó ver a alguien, en especial a una alfa extenderle un ramo grande de lirios artificiales. Azules y bonitos solo para ella. 

-Samanta 

— Tomalas. Son para ti después de todo – La sonrisa nerviosa, al igual que las mejillas rojas de vergüenza tal vez eran parte de las sensaciones que Samantha tenía.

Y Abril, nuestra Abril. ¿Cómo podía describir su corazón? ¿O su loba?, porque en definitiva creía que estaba acalorada. Con sus mejillas ardiendo y su loba más emocionada que nunca. 

No pasó mucho para que tomara las flores entre sus brazos, para luego sonreír embobada por la alfa.

— Abril, eres hermosa, nunca olvides eso. 

Dios, no podía sentirme más avergonzada. 

—Ven, vamos a clases. 

Su mano fue tomada con delicadeza. Incluso fue consciente de como sus dedos se entrelazaban. Con la mano grande de su mayor siendo la protectora. 

Uff, guardaría ese recuerdo por siempre.

Uff, guardaría ese recuerdo por siempre

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Lazo [ RIVARI ] •Adaptación•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora