Un ceño fruncido apareció en su rostro al escuchar un extraño sonido viniendo del pasillo cerca de su oficina. Sabía exactamente qué era, pero realmente no quería levantarse de su asiento ya que tenía mucho trabajo que hacer, pero el ruido lo estaba desconcentrando demasiado. Haciendo una mueca casi imperceptible se levantó de su asiento solo para salir de su oficina y caminar por el pasillo hacia una habitación familiar
Era muy tarde, seguramente ya pasaba de la medianoche siendo esa la hora en la que los sirvientes tenían prohibido caminar por ese lugar. Se detuvo frente a la puerta y sin tocar, la abrió suavemente observando a su alrededor antes de que sus ojos cayeran en el bulto que estaba sobre el futón que había en el suelo. Esa era la habitación de kagome, al ser una invitada "especial" la había puesto en una habitación cerca de la suya y también cerca de su oficina solo para vigilarla
Aunque esa decisión que había tomado fue un completo error ya que ella siempre hacía ruidos por las noches. Su atención se enfocó en kagome que estaba hecha un ovillo en el futón, pudo ver como ella estaba cubriendo su boca en un intento de no hacer ruido mientras que tenía sus ojos cerrados con fuerza en un intento de no derramar sus lágrimas, pero fue inútil. Su rostro estaba pálido y sudoroso, la escuchó jadear un par de veces en un intento de respirar y entonces un sollozo salió de entre sus labios.
Aunque no era un ser espiritual como un miko o un monje aún podía ver un poco del alma de kagome y sin poder evitarlo hizo una pequeña mueca al notar como más grietas aparecían en su alma. Era como ver una porcelana fina siendo rota cada segundo. El cuerpo de kagome estaba completamente tenso, pero podía ver que debes en cuando se sacudía por las secuelas de su alma herida
Sabía que tener un alma destrozada causaría dolor, pero era la primera vez en toda su vida que podía apreciar tal evento ya que siempre apartaba la mirada o simplemente ignoraba la situación. Su expresión pasó de una irritada a una tranquila al escucharla sollozar de dolor mientras sus manos se presionaban aún más contra su boca intentando amortiguar el ruido, pero eso obviamente no estaba funcionando
"haces mucho ruido"
Su voz era tranquila siendo casi un susurro en la noche, pero kagome lo escuchó perfectamente. Al escuchar la repentina voz a su lado abrió los ojos de golpe solo para notar a sesshomaru justo frente a ella. Lo miro desconcertada solo para recordar sus palabras
"l-lo siento, intente no hacer ruido"
Una sonrisa avergonzada apareció en su rostro mientras su cuerpo temblaba ligeramente al sentir una ola de dolor envolverla durante un par de segundos antes de que se calmara atrayendo la mirada de sesshomaru. Con calma se arrodillo frente a ella haciendo que kagome alzara la mirada
"siento molestarte y también lo siento por solo traerte problemas"
Ella sabía que estaba en ese lugar solamente por la petición que inuyasha le había hecho a sesshomaru, él mismo se lo había dicho en el momento en que ella se había despertado. Lloro mucho cuando despertó al recordar todo lo que pasó en la batalla final y luego fue bastante sorprendente escuchar que sesshomaru cuidaría de ella siendo la última voluntad de inuyasha
Ignorando los pensamientos de kagome, sesshomaru la observó en silencio. Sabía que ella realmente no tenía la culpa por hacer el ruido ya que sufría mucho dolor, y sin importar cuanto lo quisiera ella no podría evitar hacer ruido
"deja de disculparte, solo guarda silencio"
A pesar de sus palabras duras y frías alzó un mano con calma y con solo un par de sus dedos tocó ligeramente la cabeza de kagome haciendo que un poco de su youki se filtrara en ella disminuyendo el dolor y haciendo que kagome pudiera relajarse. Al notar el cambio en su cuerpo kagome lo miró con sorpresa
"g-graci..."
"solo guarda silencio"
Fue lo único que dijo mientras se levantaba y salía de la habitación con pasos tranquilos dejando a kagome atrás con una expresión agradecida y un poco tranquila en su rostro. Sabía que sesshomaru estaba molesto e irritado con su presencia, pero aun así la ayudaba un poco, haría su mejor esfuerzo para no molestarlo y pasar desapercibida
Acomodándose un poco mejor en el futón cerró los ojos y con calma usó su reiki para sentir su alma aprovechando el pequeño momento de paz que sesshomaru le había dado. Después de un par de segundos una sonrisa triste apareció en su rostro al sentir lo rota y dañada que estaba, naraku y kikio realmente habían hecho un gran número en ella
Sonriendo suavemente alzó una mano temblorosa solo para sujetar su kimono justo encima de su corazón, tal vez solo tenía un año o dos de vida, intentaría no hacer algún problema en el castillo. Le pediría a los sirvientes que la cambiaran de habitación a una más lejos de sesshomaru, tal vez así no la escucharía cuando hiciera ruido
Cerró sus ojos e intento dormir sabiendo que tendría unas pocas horas de sueño, solo pasaron alrededor de dos horas cuando un dolor agudo cruzó por su corazón y entonces envolvió todo su cuerpo despertándola y haciendo que jadeara en busca de aire y se retorciera en la cama mientras gruesas lágrimas corrían por sus mejillas al sentir el terrible dolor que la agobiaba
Apretando los dientes con fuerza para evitar hacer algún ruido tomó un pedazo de la manta que la cubría solo para morderla y así lograr quedarse en silencio. Una ligera capa de sudor la cubrió mientras apretaba sus manos en puños mientras cerraba los ojos con fuerza. Solo tendría que soportar ese dolor por un par de años y entonces sería libre, solo un par de años más y podría desaparecer junto con la joya
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Tamashi
FanfictionPareja: kagome/sesshomaru Después de una dura batalla contra naraku el alma de kagome resulta gravemente herida. Completamente inconsciente de ello sesshomaru se adentra al campo de batalla solo para que inuyasha le pida su ultimo favor, cuidar de k...