Capitulo 10

933 188 13
                                    

Habían pasado casi tres semanas desde que habían llegado a esa cabaña y ya habían creado una pequeña rutina, sesshomaru cazaba dos veces al día, una por la mañana y otra por la tarde, a veces lo hacía solo por una vez si traía una presa bastante grande. Ambos cocinaban y limpiaban juntos, pero poco a poco kagome empezó a quedarse más en cama o siendo llevada por sesshomaru a todos lados

Daban pequeños paseos por el bosque y dos veces al día ella se metía al lago a bañarse durante casi media hora para preocupación de sesshomaru ya que sabía que los humanos eran criaturas frágiles incluso con los cambios de temperatura. Después de cada baño sesshomaru se aseguraba de abrazarla para brindarle calor mientras la llenaba de mantas

Kagome no pudo evitar sonreír un poco al recordar las últimas semanas con sesshomaru, le había dicho que volviera al castillo ya que estuvo mucho tiempo fuera, pero él se negó a volver dando el tema por concluido, ni siquiera dio espacio para discutir. Suspirando al recordar eso quiso caminar a la habitación para recoger la cama cuando sintió un fuerte dolor en el pecho haciendo que cayera de rodillas y gimiera con dolor

Dolía demasiado, dolía tanto que ni siquiera podía respirar o gritar. Sujetando su kimono por encima del corazón intentó salir de la casa, pero apenas podía levantarse y en algún punto tuvo que arrastrarse por el suelo, el aire no llegaba a sus pulmones y sentía que estaban apuñalando todo su cuerpo haciendo que lágrimas de dolor se escaparan de sus ojos

Ni siquiera podía gritar para aliviar un poco su tensión y solo pudo abrir su boca dejando escapar un grito silencioso. Quería llegar al lago esperando que aliviara su dolor, pero apenas llegó a poco más de la mitad del camino antes de sentir como su cuerpo entero convulsionaba mientras su visión se nublaba

Sesshomaru que estaba regresando de cazar se quedó completamente estático cuando vio la silueta de kagome tirada sobre la nieve, sin pensar dejó caer los conejos que había atrapado solo para correr hacia ella

"¡kagome!"

Cayendo de rodillas a su lado observó con una expresión asustada el rostro pálido lleno de dolor de kagome, estaba sudando y todo su cuerpo entero parecía estar ardiendo a pesar de haber estado tumbada en la nieve quien sabe cuanto tiempo

"kagome"

Repitió su nombre mientras la sacudía bruscamente para despertarla, pero no funcionó, ella estaba completamente inconsciente en sus brazos, fue ahí cuando noto que el alma de kagome se había roto aún más que antes, estaba avanzando demasiado rápido. Tomándola en brazos la llevó directamente al lago solo para esta vez entrar con ella mojándose hasta el pecho mientras aun la sostenía

"kagome, por favor despierta"

Le susurro con voz angustiada mientras acariciaba su mejilla con suavidad esperando que kagome despertara, pero no era así, parecía estar poniéndose cada vez peor haciendo que empezara a entrar en ligero pánico, kagome iba a morir si no hacía nada

Alzándola la abrazo haciendo que se apoyara contra su pecho mientras él enterraba su rostro contra el cuello de kagome notando vagamente que estaba fría, no tenía el calor agradable en su piel que a él tanto le gustaba

"lo siento por hacer esto sin tu consentimiento"

Se disculpó con voz suave, pero no se escuchaba algún tono de arrepentimiento cuando hablo. Sujetándola con un brazo, usó su mano libre para descubrir el cuello de kagome dejando un libre acceso a su piel, era pálida y suave, sin ninguna imperfección

"dolerá un poco"

Le susurro por última vez antes de besar su cuello un par de veces antes de dar una fuerte mordida que hizo que kagome se sacudiera en su agarre, pero él la sujetó con fuerza. La sangre llenó su boca haciendo que salivara, y de un movimiento se mordió la lengua dejando que su propia sangre entrara en la herida que acababa de hacer junto con algo de su youki. No soltó a kagome hasta que estaba seguro que el vínculo se había completado

Cuando la soltó inmediatamente observo su rostro solo para notar que sus mejillas habían ganado algo de color y su rostro parecía estar mas tranquilo, sin indicios de mostrar dolor. Su mirada cayó inmediatamente en la marca que había entre el cuello y el hombro de kagome, era una media luna igual que la de su frente, era su marca de apareamiento

Observó la marca con ojos suaves antes de tomar kagome entre sus brazos solo para salir del lago y moverse rápidamente a la cabaña para asegurarse de secar y calentar a kagome rápidamente para que no enfermara. Si sus instintos por cuidar de ella eran fuertes, pero ahora que era su pareja oficialmente sus instintos se incrementaron tres veces más

Una vez que seco y le cambió la ropa a kagome, se recostó a su lado solo para acurrucarse a su alrededor con una expresión más tranquila 

TamashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora