𝒞𝒽𝒶𝓃𝑔𝒾𝓃?

𝒞𝒽𝒶𝓃𝑔𝒾𝓃? - 𝒫𝒶𝓇𝓉𝑒 𝟤

—Ahhh... sisisi.. ¡Justo ahí!

—Shhh... guarda silencio, Innie, sino nos van a reclamar mañana.

—P-perdón, C-Changbin-Hyung~

Y despertó. Jeongin despertó agitado, sudado y con una dolorosa erección entre las piernas. Se frotó los ojos negando con la cabeza.

—¿Qué pasó? ¿Tuviste una pesadilla?— Cuestionó el mayor llegando a su lado, estaba casi en las mismas condiciones, la diferencia es que él sí tuvo una pesadilla.

Trató de tocar su hombro, pero el rubio se alejó rápido.

—T-ten-go que ir -a-al-l baño— Fue corriendo al lugar mencionado y cerró con seguro.

Sus manos temblaban ligeramente, necesitaba tocarse con urgencia, pero no tenía nada en que pensar para ayudarse... ¿o sí?

Claro que sí tenía. Su único problema era la culpa, sabía que después de esto no podría verlo a los ojos en un millón de siglos.
Se bajó los pantalones y se sentó en la ducha para comenzar a chupar sus dedos. Cuando los sacó tomó una toalla y se la puso en la boca para así evitar que alguien lo pudiera escuchar.

Metió sus dedos de golpe haciéndole soltar un leve quejido que fue ahogado por la toalla y su otra mano la usó para subir y bajar por su miembro. Su mente maquinaba todo escenario posible con Changbin, su favorito hasta el momento era uno donde el mayor lo ahorcaba con sus grandes manos. Y el segundo favorito era de Jeongin montándolo mientras lamía sus pectorales (a los que a veces les decía tetas para molestarlo).

Unos toques en la puerta lo hicieron parar sus fantasías.

—¿Estás bien, Innie?— El tono de preocupación del pelinegro lo hizo sentirse mucho peor.

—Si... solo tomaré una ducha y voy en seguida.

Se quitó lo que le sobraba de ropa antes de dejar correr el agua. Se abofeteo mentalmente, pudo haberlo hecho desde el inicio, pero lo único que pensó fue masturbarse pensando en los brazos de su Hyung apretando su cuello, sujetando sus caderas con fuerza y nalgeandolo hasta dejarlo sin caminar solo por azotarlo con fuerza.

Esto es culpa de Seungmin. Pensó.

No estaría en esta situación si no le hubiera dicho que está enamorado de Changbin seguramente no tendría ese tipo de fantasías.

Si tan solo supiera que su querido amigo abrió algo que se cerró hace mucho tiempo.

—Espero que estés contento, Kim.

—¡Mierda, Jeongin! Si vas a seguir interrumpiendo cada momento con mi novio al menos ten la decencia de tocar la puta puerta.

—Si, si, si. Tú, sal del cuarto— Dijo mirando al mayor de la casa.

—Bien, déjame vestirme.

—No. Ponte la sábana y espera afuera— Lo agarró del hombro y lo empujó fuera del cuarto.