7.- Peleas

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-Para ser el primer día de clases, el ambiente parece demasiado animado -comentana el profesor Y al profesor X. Quien acababa de salir de una pelea con uno de los recién ingresados.

-Estos jóvenes de hoy en día no conocen el respeto. No es el único incidente de hoy, también 3 estudiantes fueron enviados a la enfermería por un obsesivo con los videojuegos -le contestó para luego dar un largo suspiro el profesor Y.

De la nada, vieron como varios estudiantes corrían hasta el patio medio de la escuela.

-¿Y ahora qué les pasa a estos niños? -preguntó Y.

-hey tú, ¿Qué sucede? -le preguntó a uno de los alumnos que corrían.

-¡Hay una pelea entre estudiantes de primer año!

Ambos maestros se miraron ya desgastados, el día apenas iniciaba.

Los alumnos los rodeaban, gritaban y algunos incluso grababan con sus celulares.

-¿Qué es todo esto? -preguntó Iruma a Alice, quien lo miraba de mala manera.

-¿No es obvio? -preguntó el joven para levantar su mano y señalar a Iruma -¡Te estoy retando. Demuéstrame que eres apto de haberte robado la atención que era para mí! -gritó enojado.

-¿En serio? Era un simple discurso, ya habrá otras oportunidades -contestó Iruma, en su mente sólo estaban las galletas y los dulces de la máquina expendedora.

-No importa lo que pienses, para mí es una deshonra ¡Incluso me puse mis mejores prendas para este día! -seguía diciendo enfadado.

Iruma miraba a Alice con una cara de cansando. Él no quería estar ahí. Ya había humillado a el tipo que tenía enfrente y dejado en claro su lugar, no veía la necesidad de más conflictos.

Algo curioso de Iruma, era que una vez pasado si instinto diabólico le daba mucha hambre y si mente sólo divagaba en comida, no obstante, era en momentos como este dónde su naturaleza reprimida de vez en cuando salía a flote.

-Iruma Susuki, acepta mi reto y ¡enfrentarme!

Alice Asmon se abalanzó sonre Iruma, lanzando un hechizo. Iruma, con un bostezo esquivó el hechizo,el cuál cayó sobre una de las plantas, quemándola.

-Ese tipo está loco...

-Está usando runas básicas y aún así son muy poderosas.

Los murmuros de los demás sólo molestaban a Iruma, quien sólo quería irse.

-Oye, en serio, quiero comer y no me interesan tus retos, dejémoslo por la paz. Ya tendrás más oportunidades -decía Iruma ya fastidiado.

-¡No me interesa y pelea de una buena vez!

Alice sólo lanzaba un hechizo tras de otro, más ninguno le daba a Iruma, quien estaba empezando a ponerse nervioso. No esperaba que los humanos también pudieran usar magia.

En realidad, tanto humanos como demonios pueden usar magia, no obstante, al no contar con una fuente de maná natural como los demonios, estos utilizan su energía, dejándolos muy cansados si exceden sus límites. Algunos exorcistas usan la energía de su alrededor para lograr expulsar grandes demonios, aunque es algo que sólo muy pocos pueden lograr. Por lo que en la actualidad para evitar comprometer sus vidas, muchos usan talismanes o sellos.

Luego de un tiempo, Alice empezaba a parecer cansado, casi enfermo. Su respiración era agitaba e Iruma también estaba cansado de esquivar los ataques de su oponente, apresar de que sus heridas habían cerrado externamente, por dentro el músculo seguía recuperándose, por lo que le empezaban a doler.

-¿Te parece si tomamos esto como un empate? -preguntó Iruma con la voz entre cortada y la respiración agitada.

-no... ¡Nunca lo aceptaré! -gritó Asmon para sacar un talisman de su pantalón e imbuirlo con toda la energía que le quedaba. Abalanzandose sobre Iruma con todos sus fuerzas.

-¿Un talismán? -Iruma recordó el dolor que sintió cuando Opera lo obligó a bañarse, esquivando a Alice por instinto.

No obstante, al quitarse Iruma dejaba expuesta a una de las alumnas que miraba, quitan estaba aterrada.

-¡Esa chica!

-va a morir si no se quita.

-¿Era un talisman de tortura?

Era sólo algunos de los comentarios que los demás decían mientras Asmon seguía su trayectoria sin detenerse, estaba tan furioso que no reaccionaba.

De repente, su cabeza había golpeado el suelo y el talisman cayó sobre él.

Todos estaban sorprendidos, Iruma lo había detenido y le había aplicado un "suplex alemán" perfecto.

-Maldición, me moví por instinto, puedo sentir como mi espalda se rompía -pensaba Iruma.

-¿Perdí? Acaso yo... Me equivoqué... -pansaba Alice, siendo lo último que viera antes de despayarse el cabello azúl de Iruma.

Todos los presentes quedaron impresionados con la valentía de Iruma al hacerle frente a alguien que sabía usar magia y talismanes. Pues sólo alumnos avanzados podían hacer uso de ambos.

De pronto en toda la escuela se empezó a escuchar sobre Iruma el becado, aquel que no presentó examen pero aún así se había ganado su lugar en esa escuela. En la escuela Babel de Japón.

Pero lo que nadie vió, fue que aquel talisman que Alice Asmon usó no era de tortura ni nada parecido. Era más bien lo que en el occidente se le conocía como "amarre"...

¡Bienvenido a una escuela humana, Iruma!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora