Capítulo 1: Ciudad de Fuego

3 0 0
                                    

Hoy es un día especial en la Ciudad de Fuego, es el cumpleaños número 18 de Jane, la princesa, aparte de una de las magas más poderosas.

Jane tenía el pelo castaño oscuro y largo, sus ojos eran de un color naranja precioso, tenía unos labios más o menos grandes y una nariz perfecta, tenia la cara símetrica y era preciosa. Tenia la piel un poco morena pero sin pasarse. Media 1,68.

-¡Jane, despierta!- gritó su madre, que había ido ella mismo a despertarla.

-¡Un momento mamá!- Gritó Jane, que intentó cambiarse lo más rápido que pudo.

-Cuando acabes ve al salón, tu padre y yo tenemos que contarte una cosa.

-Vale mamá.

*Díez minutos más tarde*

-Ya estoy, ¿que pasa?

El rey Ronan y la reina Lena la miraron con cara de estar un poco tristes.

Su padre era rubio con barba corta y con los mismos ojos que Jane, a la edad de Jane era muy guapo, todas las chicas se morían por el, ahora tenía 49 años, su madre tenía el cabello castaño y ojos marrones, tenía 48 años, era una de las mujeres más poderosas, cariñosas e inteligentes de la ciudad, a parte de una muy buena madre.

-Hija, hemos recibido una notícia, la Ciudad de Agua está tramando algo para atacarnos, necesitamos tu ayuda para saber qué traman, tendrás que hacerte pasar por una estudiante de agua, tendrás que beber una poción cada mañana para poder usar magia de agua, tendrás un maestro que te ayudará a que aprendas a controlarlo. Debes acercarte al príncipe Ethan y intentar sacar la información de el.- Dijo el rey Ronan.

-Jane hija mía, se que parece complicado y que no es la mejor noticia que te esperabas pero es para poder salvar al reino, te irás dentro de dos semanas, irás practicando la magia de agua durante ese tiempo, porfavor, no nos decepcionades.- Dijo su madre con un tono cariñoso.

-Mamá, papá, no os decepcionaré, lo prometo.

-Bueno, vamos a celebrar tu cumpleaños hija, que te hemos traído un regalo.

Su padre le extendió un regalo. Jane con mucho cuidado lo abrió, era un collar con una cadena muy fina pero que tenía un rubí al final de este, era precioso.

-Padres, es precioso, muchas gracias.

-Denada hija, bueno vamos a comer que el cocinero te ha hecho tu comida y tu pastel favorito.

Su madre le puso el collar y se fueron a la cocina.

Cuando acabaron de comer Jane subió a su cuarto y se tumbó en su cama, no paraba de pensar en lo que le habían dicho sus padres, ella no quería ir al reino de agua, ni usar su magia, y aún menos tener que juntarse con el príncipe, pero si no lo hacía y no descubría que tramaban su reino correría peligro.

Llamo a su amiga Angie, que era la princesa de la Ciudad de Aire, y a Jack, príncipe de la Ciudad de Tierra, los conoció un día que sus padres tuvieron una reunión con los suyos, desde ese día se hicieron mejores amigos, Angie y Jack tenían una relación de 2 años.

Angie era la más pequeña, era de diciembre, era muy dulce, inteligente, educada y divertida, tenía los ojos grises y grandes, la cara redonda y su pelo era de un color rosa pastel, era un poco pálida y media 1,56.

Jack era el más mayor del grupo, era de principios de enero, era valiente, amable y divertido, tenía los ojos verdes y el pelo castaño oscuro, era bastante guapo, era moreno y media 1,70, Jane era casi tan alta como el.

Les dijo que tenía algo que contarlos y que fueran esta tarde al sitio de siempre, a una plaza abandonada que estaba en medio de todos los reinos, la descubrieron un día que se fueron de paseo cuando tenían 9 años.

Jane llegó la primera, después Angie y después Jack, se sentaron y les contó lo que le habían dicho sus padres.

-Madre mía, a ver, mis padres han ido a reuniones con los reyes de agua pero su hijo nunca quiso ni siquiera pasarse a saludar.-  Dijo Angie.

-Yo lo conocí una vez, a los 13 años, fuimos a una reunión en su palacio, interrumpió la reunión solo para decirle algo a sus padres y después se fue.- Dijo Jack.

- Pues creo que costará un poco acercarme a él si es así.

Según la descripción que sus amigos le habían dado, Ethan pasaba de todo, no era muy educado y tampoco parecía tener interés en socializar, lo tenía crudo.

Ella era también un poco cabezota y tenía un carácter parecido pero al menos intentaba socializar más y tener más interés en el reino, a parte de que era un poco más educada.

Pasó el resto de la tarde con ellos, abriendo regalos, hablando de ellos y sobre el príncipe Ethan.

Se fue a su cuarto nada más llegar, ya que estaba llena por todo lo que comió en la comida, se puso el pijama que le había traído su criada, con la que se llevaba un par de años, pero con quien también tenía una gran amistad, se tumbó en la cama y se puso a pensar en todo lo que tenía por delante, ya que no lo tendría muy fácil.

Las ciudades de los cuatro elementos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora