Esa vez que volví a ir a otro mundo y me hice amiga de un slime

Capítulo 38 : Rabia hacia

Resumen:

"Rabia, rabia contra la muerte de la luz."

Notas:

Diez mil palabras, la próxima no será tan rápida. Esta vez me sentí muy inspirado.

No te voy a mentir, siento que algunas de estas secciones realmente me dejaron fuera del parque.

¡Disfruten!

Para ser completamente honesto, esto no parece real.

Y pensar que finalmente me había permitido llorar... sólo para terminar justo donde había comenzado. Rodeado de los fantasmas de aquellos a quienes fallé hace un año.

Se siente como una patada en el estómago. Es duro decir que no quería volver a verlos nunca más. No es eso en absoluto. Es sólo que... acepté que nunca lo haría. Finalmente dejé de fingir.

Pero aquí estoy yo y no me siento como un fantasma. Esto no es un sueño. Realmente he vuelto.

En algún sentido de la palabra.

Los dejé atrás sin siquiera decirlo. Les fallé en eso.

Sí, lo admito. Tenía miedo. Demasiado miedo de sentir algo por alguien que no sea yo. Incluso después de todo lo que habíamos pasado, no podía permitirme abrirme. No precisamente. Entonces nunca les dije, ¿eh?

Bueno, nunca he sido de los que dejan pasar una oportunidad. Disfrutemos estos tiempos mientras duren.

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"Cuánto tiempo sin verte, Visha".

Los ojos de Tanya palpitan, el verde azulado neón reflejándose débilmente contra su flequillo plateado.

"O, supongo, nada de tiempo. Para mí, sólo ha pasado aproximadamente un día... ¿No creo que puedas decirme que el mundo está en paz ahora?

Temblando por su columna, hay un temblor delicado, como si sus nervios protestaran. Hay una tensión leve y subyacente en sus brazos y hombros, y dentro de la parte inferior de sus antebrazos, hasta la punta de sus meñiques, se siente como una estática amortiguada de televisión. Como si necesitara sacudirlos para que la sangre fluyera correctamente.

Visha no responde al principio. Tiene los ojos muy abiertos y, a la tenue luz de la celda, los bordes de ellos brillan con lágrimas contenidas.

Levanta la mano hacia las barras con dibujos de rejilla, y ésta tiembla y tiembla, buscando desesperadamente algo que está casi segura que no estará allí. Que todavía está medio convencida de que es sólo un truco de la mente, una gran alucinación colectiva, una ilusión viral que infecta a todos los que la rodean.

Haciéndola ver fantasmas.

...Sí, Tanya puede identificarse con eso.

Lentamente, se levanta de su catre, moviendo los hombros. Y si sus propios dedos tiemblan un poco mientras da un paso adelante, presionando sus manos contra las barras justo al lado de las de Visha, bueno...

Ha sido un año muy, muy largo. Mucho ha cambiado. Ha cambiado demasiado .

"...sí. Sí, realmente estoy aquí, Visha".

Y ahora, en silencio, mientras el calor de sus manos se conecta a través de frías barras de hierro, Tanya se permite llorar una vez más.

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Aun así, lo siento. Y realmente lo digo en serio.

Seis días, ¿eh? Uno de esos ya desapareció. Perdido en una celda. En realidad, son cinco días. Cinco días para decir lo que nunca dije. Cinco días para encontrar el camino de regreso a casa.