para el pequeño Omega la vida se ha complicado, viviendo en una sociedad conservadora debe contraer matrimonio lo antes posible, aún sin estar listo para ello.
inspirado en un libro decide inventar un romance con un general en batalla que no existe...
Los rayos del sol le iluminaban la cara causando molestia y por lo tanto despertandolo, al abrir lo ojos lo primero que vio fue al alfa ya despierto, quieto, no queriendo moverse para no incomodar al Omega, aunque esto le causará incomodidad en las extremidades.
"Buenos días Omega" hablo aún sin moverse, solo girando la cabeza para verlo mejor, era un hermosa imagen y podría acostumbrarse a levantarse así todos los días.
"Hola" respondió bajito, aún no conocía al alfa y todavía tenía cierta duda respecto a este tema. "Debemos levantarnos y bajar a desayunar" se levantó de la cama para cambiarse.
"Está bien" siguió con la mirada los pasos del Omega, se veía muy tierno con su cabello alborotado y su bonita pijama de ositos.
"¿P-puedes volteaste por favor?"
"Oh sí, perdón" tenía curiosidad por ver pero debía respetar a su Omega hasta que esté lo dejara mirar y tocar por voluntad propia.
Una vez listos los dos bajaron, en dónde ya se encontraban los señores Kim en el comedor.
"Ooh Jungkook, tae, ¿cómo la pasaron anoche?" Su madre estaba más animada de lo común, se veía feliz, una parte de ella se sentía en alivio al saber que el último de sus hijos pronto se uniría en matrimonio.
"Bien madre" tomo asiento a un lado de su padre, seguido por el alfa que se sentó al lado de el. En cambio su madre en lugar se sentarse al otro lado de su padre tomo asiento a un lado del alfa azabache, el Omega se percató de la gran carpeta que llevaba su madre en manos ¿que planeaba?
"Hoy a venido el mejor planificador de bodas de la ciudad, me ha dejado la carpeta de opciones para ver, estaba pensando en que la misa se hiciera en la catedral, aunque es poco tiempo me dijo que con el suficiente dinero podremos conseguir la fecha." Hablo emocionada abriendo la gran carpeta mostrando las opciones. "tae ven de este lado para que veamos" el Omega obedeciendo se fue al otro lado de su madre. "Le dije sobre conseguir peonias como flores principales, son tus favoritas y se verán hermosas con unas rosas inglesas" hablaba y hablaba "además ya hice una cita para tú traje de novio." Apenas había amanecido¿En qué momento organizó todo esto? Pensó el Omega.
Jisoo seguía hablando sobre salones, comida y decoración, para este punto el alfa ya estaba disociado pensando en como se vería su Omega en un traje blanco caminando hacia el altar, su lobo se puso se espaldas mostrando la pancita ante la imagen mental.
"¿Jungkook?" Hablo la Omega al ver que este no le ponía atención.
"Mande"
"¿que opinas sobre el salón?"
"Lo que tae quiera, es su día y quiero que sea como el lo prefiera" dijo mirandolo con ojitos de cachorro enamorado.
"Bueno a mí me parece bien ese salón, aunque no creo que sea necesario, me gustaría que fuera una boda pequeña, incluso puede ser en el jardín de la casa" hablo, la verdad es que no quería una boda solo por apariencias, quería algo íntimo, sería su única boda aún así no quisiera al alfa.
"Tonterías, será la mejor boda, ya me estaba resignando a qué no te casarías, debemos hacerlo como se debe" la Omega siguió parloteando mientras que el señor Kim veía todo esto con el ceño fruncido.
¡Aún no había un anillo!
"Jisoo" hablo fuerte ganándose la atención de todos en la mesa. "no planees nada todavía, aún tae no tiene un anillo, aún no está comprometido" le dedicó una mala mirada al alfa contrario que solo pudo pasar saliva. Será un alfa puro pero el era el padre de su Omega.
Tae lo vio como una oportunidad para librarse de esto.
"Tiene razón mi padre, no se si vas enserio conmigo, lo más importante es un anillo de compromiso, que por cierto no tengo" hablo fingiendo tristeza que solo pudo incrementar el desagrado de su padre.
El alfa se levantó, colocándose de rodillas frente al Omega ante la intensa mirada del alfa Kim. Saco de su cazadora una pequeña caja negra.
"Se que no es la propuesta que mereces, mereces algo mucho mejor" empezó a hablar tomando su tiempo para encontrar las palabras correctas.
"Pensaba que pasaría solo el resto de mi vida, pensaba que no encontraría a alguien con quién compartir mi vida, tengo la mejor suerte del mundo al tenerte, desde el momento en el que te conocí mi lobo y yo te proclamamos nuestro, quiero pasar el resto de mi vida contigo, amarte, honrarte y cuidarte todo el tiempo que me lo permitas" abrió la cajita dejando derl el hermoso anillo de oro blanco, con un zafiro en el medio siendo rodeado de pequeños diamante por toda la joya azul, gritaba caro por dónde quiera que lo miraras "por eso Kim Taehyng, ante tu padre y ante ti, quiero preguntarte ¿me permitirías ser tu alfa?" El Omega se quedó mudo, sintiendo su corazón acelerado, no sabía que le estaba haciendo el alfa pero lograba derribar todas sus barreras, su lobo chillaba de felicidad y un ronroneo por poco se le escapa.
"Si" solo consigo a decir estirando la mano para que le colocarán el anillo.
"Gracias Omega" el alfa lo abrazo por primera vez, dandole un pequeño beso en la frente, "te haré muy feliz, te lo prometo"
La madre del Omega se encontraba llorando abrazando a su alfa.
"¿por qué no me diste un anillo así?" Le reclamo al alfa.
"Por qué ya estabas embarazada y tu padre casi me mata si no me casaba de inmediato contigo, no hubo tiempo" dijo sin quitarle la mirada de encima su hijo y a ese alfa, debía aceptar que su pequeño cachorro ya había crecido y que tenía que hacer su vida con ese alfa.
Un pequeño golpe lo saco de la ensoñación.
"Tonto" se alejo la Omega para felicitar su hijo y a su yerno.
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