"—Por fin despiertas, Sasuke
—¿Cuánto tiempo dormí?—pregunto aún sintiendose débil
—Creo que unas diez horas—contesto—Sarada te encontró cuando estaba saliendo de la casa
Sarada...
—¿Dónde está?—estaba por levantarse de la cama, cuando su esposa le detuvo.
—Shh, no te muevas mucho—hizo una seña para que no hiciera ruido, cosa que no entendió al principio hasta que levanto la sabana y la vio—Nos quedamos esperando que despertaras, pero el sueño le gano—su esposa la había acostado a su lado
—No debieron de...
—Papá...—hablo dormida la Uchiha menor"
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—¡Despierta!
La pelirosa abrio los ojos e intentaba recordar lo que habia pasado, estaba viajando en el tren con Shizune a su lado, hubo una pelea, gritos, dos hombres, una cortada en el brazo y todo se torno negro...
Todo a su alrededor estaba húmedo.
¿Se habrá hecho pipi?
No lo creía posible.
—¡Levantate de una buena vez!—gritó una voz masculina, oculto desde las sombras
—¿Dónde estoy?
—Eso no importa, date prisa tienes trabajo—un hombre de cabellera negra como sus ojos, fornido y serio había salido entre las sombras—Tienes un minuto para levantarte, al menos que quieras que te arroje agua de nuevo—ahora comprendía el porque estaba húmedo todo.
Como pudo logró levantarse, sosteniéndose de las barandas de donde la tenían encerrada, su cuerpo no estaba al cien, ¿debieron inyectarle algo? si ese era el caso, no contaría con las fuerzas suficientes para pelear y escapar.
—Futoshi trae la soga—ordenó, mientras sacaba unas llaves
—Aquí están señor—respondió un hombre de cabello castaño, ojos color miel.
El hombre castaño entró con la pelirosa, amarrando sus brazos con la soga y sacándola a la fuerza del calabozo.
Sakura se mantenía callada, sutilmente observaba su entorno, intentaba buscar alguna ruta de escape.
El pelinegro abrió una puerta y le dejo pasar a lo que era su laboratorio, había una gran variedad de equipos funcionando, pero lo que más atrajo su atención y donde la estaban llevando, era una camilla en el centro del lugar donde había un pequeño niño conectado a distintas máquinas.
—Papá, has vuelto—sonrió
—Así es pequeño, vengo con alguien que te ayudará—habló su padre con una sonrisa, no parecía aquel hombre que asaltó un tren en movimiento, hirió a unas cuantas personas y secuestró a una mujer.
—Tratalo lo mejor posible—ordeno—Te recomiendo no hacer algun movimiento sospechoso, Futoshi permanecera detras tuyo en todo momento, ya sabe lo que tiene que hacer—advirtió, y el mencionado rozo con la punta de una cuchilla la espalda de la pelirosa, cualquier movimiento en falso y ese hombre no dudaría en atravesarle.
—Entiendo—respondió seria—Hola pequeño, mi nombre es Sakura, ¿me permites examinarte?—su tono cambió con el menor, el cual solo asintió.
Comenzó con un chequeo de rutina, examinó sus signos vitales, los resultados de sus análisis, uso sus jutsus en el menor, pero esto no era un caso que podría resolver.