Cheerleader | KV

Capítulo 01.

El día siguiente no fue mejor que el anterior después de la noticia, en cuanto llegó su equipo lo buscó y con una expresión decaída se limitó a citarlos en las escaleras principales de la escuela, dándoles la noticia de su retiro. Aquel sería su último día en la ciudad, por la tarde partirían a Busan y se negaba por lo menos no despedirse de todos sus conocidos.

—Es una lástima que tengas que irte, Kim.—Nari comentó con una mueca.

—Te extrañaremos demasiado, Tae.—Seokjin tomó su mano, dándole un suave apretón.

—Busan no es malo, recuerda que vengo de allá. Solo es cuestión que te adaptes a su estilo de vida, es todo.—Jimin murmuró, tratando de animarlo.

—Muchas gracias a todos, la verdad quisiera no irme al estar tan cerca de las estatales, pero no puedo postergar mi partida.—Mencionó con una mueca, recargándose contra el pecho de su novio.—Podemos seguir en comunicación, la distancia no será un impedimento.

—El detalle es que no podemos entrar a la audición sin un capitán.—Murmuró Jimin.

Nari se precipitó a la conversación con una sonrisa.—De hecho si tienen a una capitana, a mí.

Cuando las miradas se dirigieron entre Taehyung y la chica, él asintió.—Nari tiene razón. Las reglas establecen que si el capitán tiene que dejar su puesto, este será suplido por el segundo candidato con más votos, y en este caso Nari tuvo más votos.

—No tienes de qué preocuparte, Taetae. Seré tan buena capitana como tú, pondré en práctica todo lo que me enseñaste, tenlo por seguro.

—Pero no tenemos porqué ponernos tan triste, bebé, ¿Acaso no planeas animar más?—Minjoon habló pasando sus manos sobre sus hombros.

—Dejé toda mi alma y corazón en guiar a la escuadra, sería injusto dedicarme nuevamente a animar cuando me esforcé por completo aquí.

—Entonces deberías de prometer jamás animar, no mientras no pertenezcas a esta escuadra.—Nari comentó con una sonrisa, captando la atención de todos.

Si bien Taehyung no tenía previsto unirse a otro equipo, pensar en no volver a animar en su vida se veía como un castigo extremo. Todos vieron la duda en su rostro, por lo que sus amigos se aproximaron en hablar.

—No tiene porqué prometer tal idiotez, no podrías quitarle algo que le gusta.—Seokji mencionó con un deje de molestia en su voz.

—No tienes que prometer nada, no es tu deber prometer dejar de hacer algo que te gusta.—Jimin agregó, mirando a su amigo.

Con todas las miradas puestas en él y con una expresión afligida, apretó la mandíbula mientras digería las palabras.

—Está bien, de todas maneras no tengo planeado hacerlo para nadie más.

Nari sonrió con suficiencia, alzando su mano para estrecharlas.—Entonces juras aquí, frente a toda la escuadra, que no volverás a animar o de lo contrario se considerará como una traición al equipo.

Con una mueca en su rostro, miró la mano de la chica antes de alzar la suya y estrecharla.—Trato.

(...)

Jungkook estaba enfocado en su celular leyendo los mensajes del grupo hasta que el bullicio de las personas lo sacó de su concentración. Levantó la mirada y volteó hacia donde todos miraban y apuntaban, viendo como un sofisticado convertible se estacionaba y de él salía un lindo chico que, a su consideración, claramente no pertenecía en aquella escuela. No mientras mostraba un adorable suéter tejido blanco, un pantalón de vestir negro y unos zapatos recién pulidos a juego, una bolsa mensajera que parecía cuidar con su vida y como acomodaba su cabello mientras veía su reflejo por la ventana del auto.

Cuando se giró y observó su expresión de horror, casi se echó a reír en ese momento. Definitivamente él no encajaba en esa escuela, ¿De dónde había llegado? El año escolar estaba siendo caótico, presentía que sería más entretenido que cualquier otro. 

Y mientras otros se divertían, Taehyung se sentía desorientado en su nueva escuela.

Tan pronto como se había bajado de su automóvil había querido huir de ahí, entre toda la marea de estudiantes que le hacían ver que no encajaba ahí, desde sus apariencias hasta su forma de andar. Maldición, probablemente se había equivocado y esa no era una escuela, mantenía la esperanza que fuera un reformatorio para jóvenes en malos pasos.

Pero tan pronto como entró a la escuela y le hicieron sacar todas sus cosas, pasar por una barra de metal y asegurarse que no tuviera nada peligroso, casi se echó a llorar por ser tratado como un posible criminal.

—Que tenga buen día en sus clases, joven. Tuvo suerte de no encontrar nada peligroso en sus cosas.—El guardia habló, haciéndolo pasar.

Taehyung lo miró con incredulidad, agarrando sus pertenencias con mala mirada.—Me siento temeroso, nauseabundo y con mal genio, créame que no encontrar algo peligroso es lo opuesto a buena suerte.

El guardia no mencionó nada, haciendo que Taehyung se moviera de ahí para su primera clase. Sacó su horario de su pantalón, teniendo que buscar salón por salón donde se impartiría su clase de inglés con el señor Kim. Cuando dió con el salón, tocó antes de abrir la puerta, casi con la intención de echarse a correr en otra dirección cuando todos giraron para mirar de quién se trataba.

—Buenos días, ¿Usted es el señor Kim, de la clase inglés?

—Buenos días, soy yo. Está llegando tarde, por favor tome asiento para continuar.—Se encaminó a su escritorio, acomodado sus gafas antes de anunciar.—Chicos, él es Kim Taehyung. Viene de la escuela de Daegu, así que háganlo sentir bienvenido a Busan, debe ser difícil cambiar de un lugar a otro en poco tiempo.

—Hola.—Saludó alzando su mano, evitando el contacto con todos.

—Bien, como dije antes, tome asiento y puede seguir el ritmo anotando lo que se encuentra en el pizarrón, lo iré explicando parte por parte.—Señaló un pupitre vacío mientras se giraba para seguir con la clase.

—Disculpe, ¿Pero no tienen libros que contengan esa información?—Sonrió, sin entender lo que sucedía.

El profesor se volvió a girar, mirándolo con cierta expresión de indiferencia.—Lamentablemente, no tenemos libros para todos debido al presupuesto escolar. No queremos que haya ninguna clase de favoritismo o distinción entre nuestros alumnos, así que no contamos con libros para esta clase.

Taehyung hizo una mueca, hasta que algo pasó por su mente.—¡Espere! ¿Y por qué no lo pasa por correo electrónico? Esa es una manera eficiente y rápida de que todos tengan la información del libro.

Todos hicieron un abucheo ante sus preguntas, haciendo que Taehyung frunciera el ceño sin comprender sus comportamientos, ¿Estaba diciendo algo malo? Solo estaba dando soluciones.

—Disculpe, pero si estamos hablando de la situación de la escuela, dudo que todo el alumnado tenga la oportunidad de tener tales condiciones para conectarse. Sabemos los parámetros que cumple nuestro alumnado, por ello mismo nos estamos limitando a hacerlo de manera visual con interacción al pizarrón. Si no tiene nada más que opinar, le pido que tome asiento para poder continuar la clase, estamos retrasados el día de hoy con el tema.

Cuando Taehyung se dirigió al lugar libre, ignoró las miradas de los chicos que estaban alrededor y ordenó sus cosas. El nombre del profesor fue voceado por dirección, disculpándose antes de salir y asegurar que llegaría pronto.

Jungkook observó los movimientos de Taehyung, estando a su lado. No esperaba compartir clase con él, pero sin duda alguna era una sorpresa grata, riendo en todo momento con su grupo de amigos por los comentarios del chico.

Sonrió divertido cuando Taehyung se giró para observar a sus compañeros, recibiendo un ceño fruncido de su parte.

—¿Qué ocurre contigo?

—¿No tienen libros? ¿O si lo manda por correo?—Imitó su voz, siendo coreado junto a su grupo de amigos con un tono burlón.

—Ni siquiera te conozco.—Escupió las palabras en su dirección, girándose para no verlo.

Jungkook lo miró con incredulidad, entrecerrando los ojos. Ese año sería un tanto particular por la presencia del chico, no podía esperar para saber lo que le depararía a partir de ahí.