Capítulo 07.

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Taehyung se encontraba acostado a mitad de su cama cuando el celular sonó a lado suyo. Sin esperar una llamada, observó como el nombre de Jimin ilustraba la pantalla.

—¿Hola?

—¡Tae! Me alegra que contestes por fin, estamos en trance.—El bullicio se escuchaba al otro lado de la línea, haciendo que se le dificultara escucharlo.

—¿Sucedió algo? ¿Por qué hay tanto ruido en dónde estás?

—Es que Jin peleó con Nari, está hecho una furia y estamos en la plaza tratando de distraerlo, pero hay demasiadas personas.

—¿Cómo que peleó con Nari? ¿En dónde están? Voy para allá.—No esperó su respuesta cuando se levantó de la cama rápidamente, buscando sus pertenencias.

—Taehyung, amaría que vinieras pero recuerda que estamos en ciudades diferentes, ¿Cómo se supone que vendrás de tan lejos?

Las palabras de Jimin lo sacaron de su ensoñación, carajo si lo había olvidado por completo. Dejó caer su cartera sobre la cama y se sentó de mala gana, soltando un suspiro antes de pegar la palma de la mano contra su frente.

—Dime qué fue lo que pasó.

—Nari y Jin peleando como siempre, pero podemos decir que ella no está siendo una buena capitana. Seguimos ensayando las coreografias que dejaste para nosotros, pero Nari está tan enfocada en presumir su liderazgo y en atraer a los jugadores de americano que prefiere exponernos antes de realmente ensayar. A la pobre Hyeon no la deja que ensaye si no da mínimo quince vueltas a la cancha de americano, Jiwoo se desmayó por no comer a causa de Nari y tuvimos ya dos lesionados al no prestar atención a la rutina.—Enfatizó cada uno de los accidentes con sus dedos, alzando su voz en desesperación.

Taehyung cerró los ojos, sin evitar preocuparse por su equipo. Conocía a cada uno de los chicos, se sentía responsable por cada uno porque él los lideraba y formó un lazo con cada uno. Saber que la estaban pasando mal, algo que claramente veía venir pero que evitaba pensar, solo lo hacía sentirse culpable de haberse unido a otro equipo y sentir esa adrenalina cada que ensayaba mientras ellos lo pasaban mal.

—¡Es que no la aguanto! Necesitamos a Taehyungie.—El grito de Seokjin lo sacó de sus pensamientos, escuchando atentamente.

—¿Por qué no nos reunimos, Tae? Este fin de semana será largo, por lo que podríamos ir a Busan y visitarte.

—¿Lo dices en serio?—Los ojos del rubio se empañaron, sintiéndose sensible al pensar en ver a sus amigos después de tiempo.

—Por supuesto, podría ir a quedarme con unos familiares o rentar algo cerca, veremos la forma de acompañarte en estos días y así ponernos al día, ¿Tienes tiempo libre?

—¡Claro! Para ustedes siempre tengo tiempo libre, solo confirmen el día y hora para estar listo y recibirlos, no puedo esperar para verlos.

—Nosotros igual, cariño. Tenemos que irnos, pero seguiremos en contacto, ¡Adiós!

Con una última despedida, Taehyung colgó la llamada. Se dejó caer en la cama y observó el techo, sintiéndose muy feliz al saber que podría ver a sus amigos y tener esa tranquilidad que necesitaba con ellos, el resto de la semana se le haría larga.

(...)


El viernes llegó por fin, por lo que Taehyung se encontraba más feliz de lo que alguno de los chicos del equipo podría haberlo visto. Hoseok había recalcado lo emocionado que se encontraba desde que habían ensayado una última vez antes de presentarse en el partido de esa noche, a lo que el rubio negaba y recalcaba que era su comportamiento habitual.

Cheerleader | KVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora