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-"Ok...por lo que dicen deben ser los tipos que nos han molestado antes pero como voy a saber quiénes son si no son los únicos a los que ignore todo el tiempo!" - en silencio y tratando de mantenerse lo más calmada posible considerando la situación procura no mover ni un músculo ya que si bien tiene un...arma por así decirlo la verdad es que nunca había tenido la necesidad de utilizarla por tanto cualquier moviendo en falso y esos tipos harían con ella lo que sea que tienen planeado.

-¡Acaso sabes con quiénes te metiste maldita perra! ¡¿Te crees la gran cosa para despreciarnos?! , Nosotros fuimos los reyes de esta ciudad y el hecho de que cayera la cabeza no significa que no sigamos presentes, aquí no hay nadie que te ayude así que o sales y te portas bien o lo haremos a la mala- mientras él terminaba de decir todo eso le dio una señal con la cabeza al otro para moverse del lado contrario, si bien había oscuridad en ese momento también había la suficiente luz para poder apreciar una sobra nítida que se asomaba cerca de la entrada y si observaba más detalladamente se podía ver la punta de una bota que antes corría frente a ellos.

Él otro sujeto por su parte rodeo la entrada sin hacer ruido y justo cuando llegó a su lado la sujeto fuertemente del cuello con su brazo imposibilitado tanto que ella pudiese gritar como cualquier vía de escape que pudiese tener pues al sujetarla la colocó frente a la pared aplastándola con su cuerpo, Sam para poder quitarselo de encima lo trata de empujar pero siendo que es más grande no logra moverlo casi nada solo lo suficiente para poder sujetar la navaja del mango apuntando a su espalda, en ese momento el otro sujeto se acercaba por un costado pues ya había escuchado el forcejeo por lo que intuyo ya la estaban preparando, al irse acercando en efecto ve como su compañero la tenía presionada en la pared pero sin que ni guno se diera cuenta a tiempo con las pocas fuerzas que podía tener en ese momento empuja la navaja hacia atrás deseando poder dañarlo lo suficiente como para salir corriendo de nuevo y en efecto logro el cometido ya que le enterró la navaja en la parte derecha del abdomen.

Una vez que se sintió libre se alejo como pudo más no llego lejos por qué el otro tipo se encontraban ya justo detrás de ella por lo que lo único que pudo hacer fue colocarse contra la pared y lo único que la separaba de aquellos hombres era una simple navaja que casi nada podía hacer por ella pues el miedo ya le estaba pasando factura, su mano temblorosa y con sangre así lo demostraba.

-¡Sea lo que sea que quieran hacer por favor no lo hagan! ¡No diré nada lo juro solo quiero irme a casa!- casi al borde del llanto intercambiaban la mirada entre uno y otro, uno al que había latinado y que en ese momento se sujetaba la herida mientras la veía con un enorme desprecio y el otro que cuya mirada solo reflejaba diversión.

-JAJAJAJAJAJA ENSERIO ESO ES TODO LO QUE PUEDES HACER?! pensé que sería fácil pero realmente sabes hacer las cosas interesantes niña, ya que sacaste tu juguete es nuestro turno de enseñarte lo que se puede hacer con eso pero tranquila te va a encantar- con fuerza sostuvo la mano con la que empuñaba su arma mientras la torcida y ella gritaba del dolor.

-AHHH!! No por favor se los ruego perdón si los ofendí juro que no diré nada solo déjenme ir!!- mientras ella sollozaba tratando de liberar su mano solo siente como un fuerte golpe la estrella contra la pared para después caer al suelo, no inconsciente pero si con mucho dolor y un poco aturdida y no es para menos pues uno pensaría que por ser una mujer quien la golpeó lo hubiese hecho con una bofetada común entre un hombre y una mujer pero no en este caso ya que quien la golpeó lo izo a puño limpio como un igual.

-Maldita hija de puta eso fue por haberme herido, pensaba ser bueno contigo pero te devolveré el favor, hey Nick! Dame eso hay que ayudarle a nuestro juguete-

Mientras la volteaba uno la sujeto de las manos por la parte de arriba haciendo demasiada presión para que no se mueva mientras él otro con esfuerzo logro colocarse encima de sus piernas ya que ella no dejaba de moverse. Aún presa del miedo Sam no dejaba de moverse no importando cuando cortes pudiese hacerse lo importante era zafarse como sea pero sus fuerzas comenzaban a flaquear y más al sentir como jalaban su ropa para luego escuchar ser rasgada.

No era mi deseo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora