CH. 7

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Este capítulo y el próximo tienen un tono más espiritual y son claves para el desarrollo de los sentimientos de ambos. Disfruten su lectura!

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Maratón 1/2

MERCEDES POV

Mientras estaba en la nave, y luchando con mi entrenamiento, me gustó un solo chico, solo una vez. Era agricultor, y era amable conmigo, pero nunca demostró sentir algo por mí. En un salto de fe logré preguntarle qué sentía por mí, como mujer, y con la misma risa que se me hacía tan atractiva, me dijo que no me consideraba como una. Eso definitivamente rompió mi corazón y me centré por completo en mi papel como guerrera y me alejé de él. Desde entonces nunca me había gustado nadie más.

Neteyam es una excepción en mi minúscula regla. Debí haberme dado cuenta antes de lo que pasaba cuando desde el primer momento, incluso cuando era hostil hacia nosotras, me pareció tan atractivo. O tal vez lo sabía y decidí ignorarlo.

Salgo del marui a media noche, sin poder dormir. Me acerco a la orilla de la playa, descalza, sintiendo el agua mojar mis pies. Me siento en la arena mientras la brisa y el olor a mar me hacen cerrar los ojos y alzar la cabeza al cielo. Un movimiento a mi lado me saca de mi ensoñación, pero no me sobresalto, todavía demasiado relajada por el ambiente.

Es Neteyam. Se sienta a mi lado, tan cerca que puedo sentir la calidez de su piel, su aroma a tierra –a pesar de que estamos en una playa–, y, extrañamente, a casa. Su olor me reconforta. Nos mantenemos en silencio, ambos admirando el agua moverse por el viento, y las brillantes estrellas en el cielo. Miro hacia el lado, hacia él, y mi corazón comienza a latir desbocado.

Neteyam está brillando. No figurativa ni metafóricamente. Está brillando de verdad. Sus pecas, que cubren su rostro, brazos, piernas, espalda, y cada pedazo de piel que alcanzo a ver, brillan con incluso más intensidad que las estrellas en el cielo. Él voltea su rostro hacia mí, y nos quedamos así, mirándonos fijamente durante lo que parecen horas.

"¿Tampoco podías dormir?" Me pregunta.

Niego con la cabeza. "Tenía muchas cosas en la mente. Pensar tanto me impidió dormir. ¿Qué hay de ti?"

"No podía dejar de darle vueltas a algo. Aún cuando sé que es peligroso, que nadie me apoyará, y que es algo que no debería estar pasando, no puedo evitar sentirme como lo hago. Creo que estoy roto." Bromea con una pequeña risa.

"No podemos mandar en el corazón." Alego con el corazón en la garganta, incluso temo que él pueda escucharlo latir.

"Es cierto." Concuerda. "Y tampoco creo que Eywa sea tan cruel como para poner algo en mi camino que no podrá ser mío."

Me mantengo en silencio, lo miro por unos segundos, y después hablo:

"Eywa obra de maneras misteriosas, Neteyam. Solo queda confiar en ella; una madre nunca daña a sus hijos."

NETEYAM POV

Nunca había pensado la forma en la que iba a morir. No es algo que alguien de mi edad debería de estar pensando, no debería ser una preocupación. Pero lo fue para mí e indirectamente también lo fue para mi hermano. Supongo que es cierto que tener una experiencia cercana a la muerte puede cambiar a alguien.

Siempre he asumido mi rol como hermano mayor, como primogénito y futuro Olo'eyktan del clan Omaticaya. Fue tan fácil para mí como respirar, y se me había dado bien. Cuando nos mudamos con los Metkayina un peso se fue de mis hombros: el de tratar de ser digno y comportarme como el primer hijo del poderoso Toruk Makto. Pero a ese peso ido se sumaron más para llevar; papá estaba con los nervios de punta, y mamá se sentía triste por haber abandonado su hogar. Mis hermanos no eran distintos, y la facilidad natural que poseía Lo'ak para meterse en problemas solo parecía aumentar. Tuve miedo por él.

Hybrid | Neteyam SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora