It's not too late, let's go - WoongHao

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La lluvia golpeaba con fuerza las ventanas del departamento, contrastando completamente con la calma qué se respiraba dentro de esté. Normalmente era completamente lo opuesto, el departamento era lo más ruidoso imaginable durante el día, pero no hoy. Hoy era 13 de Octubre, y gracias a la idea de dos insistentes menores, los miembros de ZB1 se encontraban en el edificio de una de las empresas, presumiblemente Wakeone, haciendo una pequeña fiesta 'pre-halloween' con algunos ex-compañeros de aquel programa de supervivencia y más que nada, los miembros de Evnne.

Bueno, casi todos estaban allá, más en el silencioso departamento, se encontraba una tierna pareja acurrucada en el sofá del salón principal, un pelinegro aferrado a la cintura de su lindo castaño pelirrojo, alimentandolo de tanto en tanto con cucharadas de helado, mientras los ojos de ambos pocas veces se alejaban de la pantalla donde se reproducía una tonta y cliché película de comedia romántica, a elección del chino.

La verdad es que, aunque ambos amarán a sus menores, y obviamente los dulces, sus apretadas agendas los habían dejado con muy poco tiempo para ellos como pareja, por lo que en el momento en que Hanbin le propuso a Hao qué él llevaría a los 6 restantes a aquella fiesta y se haría cargo de ellos, principalmente los yuehua qué tendían a comer en exceso y podrían enfermar, éste aceptó gustoso. Convencer a Jiwoong fue más fácil para Hao, únicamente un par de besos y el mayor había accedido.

Había algo curioso en toda la situación, sin embargo, el extranjero no se sentía del todo cómodo en el departamento como lo hacía usualmente, algo continuaba cosquilleando en su cuello, erizando su piel y manteniéndolo alerta.

"Maldito seas Shen QuanRui" Murmuro Hao en su idioma natal, procurando qué su pareja no lo escuchará, y fallando estrepitosamente

"¿Amor? ¿Pasa algo?" Jiwoong apretó un poco su agarre sobre la cintura del contrario, dándole una mirada curiosa.

Hao negó y volvió a acurrucarse más cerca del mayor, quien lo miró unos segundos más antes de volver a acercar una cucharada del frío dulce a su boca.

El tiempo pasó rápido, y en menos de lo que la pareja esperaba, ya se estaban mostrando los créditos de la película. Jiwoong tomó el bowl de helado ya vacío y se separó de su pareja, poniéndolo sobre el lavavajillas. Pronto, un crepitar del techo sobre su cabeza le hizo ponerse alerta, creyendo haber escuchado mal, parecían…

Pasos. Nuevamente se escucharon, e intentó convencerse con todas sus fuerzas de que era el movimiento natural de los cimientos y el viento. No había nadie, así que obviamente nadie estaba en las habitaciones superiores, o tal vez Hao habría subido por algo a su habitación, si, tal vez.

La idea quedó descartada en el momento en que regresó al salón, encontrando a su novio acurrucado en una manta, con los ojos completamente abiertos y mirándolo a él, como esperando su regreso, casi suspirando de alivio en cuanto lo vio

"¿También lo escuchaste?"  Su voz temblaba un poco. Dios, olvidaba que ni él ni su pareja eran exactamente valientes.

"Creí que eras tú, pero tranquilo amor, no es nada" Intentó aparentar valentía, acercándose de nuevo al chino y haciéndose espacio a su lado, tomándolo entre sus brazos.

Calma, eso sentían ambos por mínimos segundos, estar entre el abrazo del contrario les transmitía calma.

La cual se vio interrumpida con la caída de un fuerte relámpago, que iluminó con fuerza toda la habitación qué se encontraba medianamente en penumbras. Dos segundos y se escuchó el retumbar del trueno proveniente a esté. La pareja saltó, Hao volvió a maldecir en chino

"Hao, ¿qué ocurre?"

El castaño trago lento, en lo que se acomodaba para ver el rostro del mayor.

"No se si lo hayas notado, pero…" Comenzó a explicarse el pelirrojo "... Ricky está, como qué, algo obsesionado con temas de fantasmas y cosas paranormales. Desde que eramos compañeros de habitación en yuehua tenia la maldita maña de escuchar historias de terror, incluso ponía podcast y arrastraba a Gyuvin o Seungeon a nuestra habitación. Siempre qué pasaba esto intentaba ponerme audífonos e ignorarlos, pero había momentos en los que directamente me contaba sus teorías, y estoy demasiado encariñado con el estúpido como para ignorarlo" Divagaba, pero Jiwoong no lo interrumpió, a final de cuentas escuchar a su novio tranquilizaba sus nervios, o eso creía.. "Bueno, en algún momento llego a decirme su teoria sobre las energías y portales abiertos. Y QuanRui decía que, era justamente en Octubre qué los portales tendían a abrirse y dejar salir entes a nuestro plano terrenal. Sobretodo a mitades y finales de mes, concretamente los días 13 y 31, y si era martes o viernes, mejor" Hao hizo una pausa, unicamente para respirar "Y hoy, el estúpido rubio se atrevió a guiñarme un ojo antes de irse y decirme —Cuidado Ge, hoy es viernes 13—, él sabe lo miedoso qué soy" Terminó haciendo un puchero, puchero qué Jiwoong se encargo de besar antes de acurrucarlo contra su pecho

"Hao, cielo… No creo que lo haya dicho para asustarte, no puedes creer todo eso" Dejo otro beso sobre el cabello de su novio, intentando darle confort "Además, estamos los dos aquí, nada va a pasar si estamos juntos"

Jiwoong no sabía si las últimas palabras que dijo eran más para calmar a Hao o para calmarlo a él, pero funcionaron, medianamente.

Después de un rato, Jiwoong tomó el control y colocó otra comedia romántica, tumbandose de espaldas en el gran sofá, llevando consigo a su pareja y dejándolos acostados en esa nueva y cómoda posición. La proximidad, el palpitar de su novio contra su oído y el ruido blanco de la televisión, lograron qué Hao finalmente se relajara, disfrutando el momento.

Un rechinido a su costado, y ambos se convencieron de no escucharlo.

Otra vez.

Pasos, pasos cada vez más cerca

No era nada, no había nadie

El sonido de la torrencial lluvia eclipsado momentáneamente por esos pasos, otra vez, esta ocasión sonaban en la cocina

Hao se aferró a Jiwoong, concentrado en la imagen de la televisión.

Otro rayo de luz, seguido de un apagón total. Genial, no tenían electricidad

Jiwoong lo abrazó con fuerza, Hao cerró los ojos, el ambiente se comenzaba a poner frío, ambos quisieron culpar a la calefacción obviamente apagada por el corte de luz.

Una respiración cálida los golpeó a ambos sobre sus cabezas, aún recostados en el sillón, incapaces de moverse, como si alguien estuviera ahí, con ellos.

La luz volvió de pronto, Jiwoong miró alrededor, obviamente no había nadie ahí. Apretó la mano de su pareja y

"Sabes, aún no es muy tarde, vámonos… A la fiesta, me refiero" Hao no tardó en asentir con fuerza y ambos salieron casi disparados del departamento, colocando sus zapatos con prisa y cerrando lo más rápido que sus dedos les permitían. Sin disfraz y con sus pijamas de pareja, sin importar nada más que alejarse de ahí.

Salieron a la acera, esperando el taxi qué los llevaría a su destino, y mientras Jiwoong abría el paraguas qué llevaba consigo, levantó la vista a las ventanas de su departamento. Una extraña sombra le devolvió la mirada por segundos antes de desaparecer.

No quiso decirle nada más a Hao, pero por la expresión de alivio en su rostro al ver el taxi acercarse, y el fugaz momento en que imitó la acción de Jiwoong y volteó al departamento, Jiwoong estaba seguro que también lo había visto.

"Maldito Shen QuanRui", Volvió a decir Hao mientras el auto avanzaba haciéndose camino entre la lluvia. Y por un momento, Jiwoong entendió lo que significaba esa oración, y no podía estar más de acuerdo. 

Fictober 2023 [ZB1 edition] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora