El día finalmente había llegado, mi esperada boda con el hombre que mas amaba en el mundo.
Por el resto del día mi mente tiene momentos en lo que se descontecta de todo, pensando en nada más que absolutamente nada.
Ni siquiera puedo explicar cómo me siento, esto es mucho para mí.
Mientras camino por el pasillo, él me da una sonrisa descarada, parece que esté a punto de llorar. Eso hace que mi corazón bombee aún más fuerte.
Después de que la mujer dijo su comienzo, pidió los votos.
Dije lo que tenía que decir y ví como una lágrima rodaba por su mejilla mientrás sonreía.
—Sr Horan, por favor, sus votos. —hablo la señora.
Su mejor amigo le entregó las cartas pero él no las agarro, sólo le dijo que recordaba lo que tenía por decir.
—Maya, eres lo persona más asombrosa que he conocido. Paso por tanta mierda cada día por mis medicamentos, pero he dejado de tomarlos por que tú eres mi medicación. Eres la medicina que me trae a la vida. Nunca en mi vida una persona me había hecho tan feliz como tú lo haces.
》Te amo, Maya.
