Concurso [ABO]

Capítulo 43: Estoy a tu lado incondicionalmente

Después de cenar, Tang Yu llevó a Tai Xingyu a su dormitorio para descansar, el dormitorio no es grande, la disposición también es muy sencilla, sólo tres tipos de muebles: cama, armario, escritorio.

Sobre la mesa también había un libro de texto del colegio, Tai Xingyu pidió permiso para hojear unas páginas, los apuntes de Tang Yu están muy bien escritos, parece que es un buen chico que escucha atentamente en clase.

Tang Yu preguntó: "¿Estás tomando una siesta?".

La mirada de Tai Xingyu se posó en la cama de un metro y medio de ancho: "¿Entramos?".

Tang Yu se dio cuenta entonces de algunos giros.

También era cierto que AB era diferente, por no mencionar que Tai Xingyu era ahora objeto de sospecha por gustarle.

Dudó: "Duerme con la ropa puesta".

Tai Xingyu, que para empezar nunca había pensado en dormir desnudo: ...... ¿Qué más?

La habitación de Tang Yu no tenía aire acondicionado, sólo zumbaba el ventilador.

Cada uno se tumbó en un lado, y Tang Yu incluso colocó un muñeco en medio como línea divisoria.

Hacía demasiado calor y daba vueltas en la cama sin dormirse, así que se acercó a Tai Xingyu para iniciar una conversación: "¿Te aburriste en Ciudad G estos últimos días?".

"No pasa nada". Dijo Tai Xingyu, "Compensando el sueño que me faltó hace un tiempo".

El primer día eligió un hotel cerca del hospital, y el segundo se fue al mejor hotel de Ciudad G, que tenía gimnasio y sala de lectura, y un restaurante con marisco como firma.

Como no había traído ropa, fue al centro comercial y compró dos camisetas para cambiarse.

No perdía de vista su teléfono móvil, Tang Yu le enviaba mensajes de vez en cuando, pero ninguno de ellos buscaba su ayuda.

También era cierto que Tang Yu podía valerse por sí mismo.

Tang Yu cerró los ojos: "¿Has estado antes en Ciudad G?".

Tai Xingyu: "Vine una vez si soy preciso, en tránsito de avión, no salí del aeropuerto".

Tang Yu: "Entonces te llevaré a la playa más tarde para dar un paseo. Hoy no puedo ir al mar, pero puedo ver el paisaje".

Tai Xingyu: "Bien".

La vigilia era demasiado agotadora, y aunque Tang Yu tenía calor, aún se las arregló para encontrarse con Zhou Gong en una conversación que tenía una cosa y otra.

A mitad de la conversación, no obtuvo respuesta, y el sonido de largas y entrecortadas respiraciones llegó desde detrás de él.

Tai Xingyu no quiso sobresaltarlo y, con cuidado, se puso de lado, mirando fijamente su rostro dormido con la pura idea de abrazarlo.

Quería que Tang Yu pudiera estar solo, y que también pudiera confiar en él.

Después de dormir media hora, Tang Yu se despertó por el calor, se acercó a la ventana para comprobar el tiempo, el sol seguía alto, hacía demasiado sol para ir a la playa en ese momento.

Tuvo una nueva idea: "Llevarte a comer hielo delante de mi escuela secundaria. ¿Vamos?"

Tai Xingyu asintió: "Como quieras".

Por desgracia, cuando se dirigieron a la entrada del colegio, la increíblemente deliciosa tienda de hielo de la que hablaba Tang Yu ya estaba cerrada, sin saber si estaba en reparación o fuera del negocio.