☆ﾟ.*･｡ﾟ Ella sólo quería ser normal y ser amada por sus padres, sin embargó tenía que soportar el terrible sentimiento de ser la hija despreciada.
☆ﾟ.*･｡ﾟ Él tenía todo a sus pies, incluso lo que no, se le era dado cuando quisiera, sin embar...
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Los rayos solares comenzaron a dar de lleno en su rostro despertando lo casi de inmediato. Sesshōmaru quien se sentaba en la cama talló su rostro con las manos dándose cuenta que se encontraba desnudo y en su habitación matrimonial, volteó y pido verla a ella, a su esposa; llena de marcas por toda su espalda y cuello, probablemente hubiese más en otras partes, pero no las buscaría, con determinación salió de las sábanas ella aún dormía y el iba a aprovechar para irse, entro a los baños que daban a su habitación y comenzó a asearse, pero al escurrir agua por su espalda está comenzó a arder tanto que le quemaba, se vio en el espejo y los enormes rasguños eran tan rojos que Sesshōmaru se sorprendió.
- Tonta mujer - dijo.
Al terminar de asearse seco su cuerpo y se vistió, al salir de la habitación sorprendiendo a todos, pues no era para menos, ya llevaban una semana sin ver al Rey que el trabajo estaba muy acumulado. Sesshōmaru fue a la oficina donde al entrar se encontró a Bankotsu y Miroku revisando algunos planos y estos al ver a su Rey se sorprendieron.
- No la mató, verdad - cuestionó Miroku al verlo.
No hubo respuesta solo un pequeño chasquido de molestia.
- Probablemente necesite días para recuperarse - mencionó serio - Bankotsu seguirás siendo el guardia de la Reina y todo lo que haga por pequeño o no me lo informaras -
- Como ordené alteza - dijo.
- Bien, ahora manda a su dama a la habitación y que comience a hacer sus labores de Reina - ordenó.
- Como diga, ahora me retiro -
Sesshōmaru asintió y Bankotsu salió de la oficina, Miroku quien sonreía miró a su Rey y sonrió más.
- ¿Sucede algo? - cuestionó serio.
- Pareces feliz, aunque deberías estarlo - respondió sonriendo.
- ¿Qué quieres decir? - preguntó mirándolo.
- Bueno ambos estuvieron una semana encerrados ahí y no me sorprendería que la Reina ya estuviera preñada - explicó - Aunque será triste verlos convivir con personas que no se aman -
Sesshōmaru entendía las palabras de Miroku, pero el había nacido de un matrimonio sin amor y era miserable, aún así, prometía no dejar a su hijo o hija.
- Al menos será amado por ambos - dijo - Tal vez la madre y el padre no se lleven o amén, pero al menos será amado y deseado -
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