Sasha es madre soltera de dos pequeñas niñas. Perdiendo a su esposa por una enfermedad sus amigos tratan de hacer que salga en citas de nuevo.
Incluso su difunta esposa.
×Omegaverse
—Buenos días.— El trabajo de Sasha no era difícil, le encantaba trabajar con niños y ayudarlos en lo que fuera capaz.
Marcy admiraba a Sasha a más no poder, no cualquiera era digno de trabajar con infantes y Sasha lo hacía parecer fácil. Sin embargo, como en todos los lugares, sus colegas trataban de llamar su atención, en especial los omegas.
Marcy jamás noto que su esposa era un alfa tan querido y deseado. Muchas omegas morían por ella, babeaban y rezaban por una oportunidad por Sasha.
Pero la rubia no le interesaba, en su oficina había una foto de su familia. De su boda, su primera cita, su luna de miel, cuando se embarazo y cuando nacieron sus hijas. Recitales, cumpleaños... Cualquiera que entrara a su oficina sabría que amaba a su familia como no tenía idea.
—¿Cómo estás amiguito?— Pregunto Sasha a un lindo niño de por lo menos 9 años.— ¿Cómo sigue tu diente?
—¡Genial! ¡Me trajeron 100 dólares!
Marcy sonrió con ternura, amaba la faceta protectora que tenía frente a los cachorros. Es una de las cosas por las que tuvieron hijas.
Pero aún así, la idea de que se desmoronaba poco a poco no le gustaba. Quería que Sasha volviera a sentir amor, tal vez no una relación, pero tenía que aprender a soltarla.
Se quedó en la oficina de la rubia y esculco en sus cosas. Tal vez había número de otras chicas, tal vez alguna invitación o algo parecido. Pero nada, no había nada.
Sasha le era fiel incluso en muerte...
—Su hijo va avanzando con maravilla.— Sonrió Sasha, entrando con la madre del cachorro.
—Gracias psicóloga. Es bueno escucharlo.— sonrió la omega.— Es usted una persona maravillosa.
Y eso la estaba destrozando.
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La tarde había llegado y para desfortuna de Sasha, ese día le tocaba ir a una junta de padres.
Suspiro cuando estaciono su auto, se sentía nerviosa y es que, quien daría la junta, sería Boonchuy.
No se sentía bien estando con ella a solas, no es que crea de verdad que Anne esté interesada en ella, Anne sabe que ama a Marcy y jamás se metería con ella. Por la memoria de Marcy..
Camino hasta sus hijas, quienes la recibieron con un abrazo.
—Okey, si tienen alguna que decirme antes de que entre háganlo ahora.— Recibió una pequeña risita por parte de sus hijas.— Bien, no se porten mal en lo que entró.
—Si mamá.
Despeinó le cabello de las menores y entro al salón que correspondía, tratando de sentarse hasta el fondo del salón y no ser vista.
