𝐇𝐢 𝐃𝐚𝐝...

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—!Marlon!— grite pero no tuve una respuesta de él.  — Mierda, !Marlon!— grite de nuevo.

—¿Qué?— entró a mi oficina con una cara de culo. Me levante y agarre lo agarre de la cara.

— Mira a mi no me estés hablando así, ¿entendiste?— el asintió con la cabeza, lo solté to mentón con fuerza y me volví a sentar.

— ¿Qué necesitas?— dijo mientras sobaba su cara.

— Necesito que encuentres la dirección de mi padre— le dije mientras leía unos papeles de Lily.

—¿Algo más?— preguntó.

— No eso es todo— dije.

—¿Qué hay de Carla?— levante mi cabeza y gruñó el ceño.

— ¿Qué hay con ella?—

— No ha comido por tres días Mia, se va morir— rodeo mis ojos.

— Está bien dale algo de comer— Marlon no dijo nada y salió de la oficina. Seguí revisando las papeles, de repente me llegó un mensaje.

" Hola bonita..."

Solo había un hombre que me podría llamar así, ese hombre era Tom... lo ignoré y apague mi teléfono.

(...)

— Mía, aquí está la dirección— entró Marlon a la oficina, en todo el día no había salido de mi oficina, me había quedado investigando más de Lily, y sin duda encontré muchas cosas interesantes que a Tom le destrozara.

— Gracias, dile a Iban que prepare el carro— me levante le la silla y salí de la oficina, decidí ir a visitar a Carla antes de irme.

Entre a una puerta secreta que estaba en la casa, ahí me encontré a Carla dormida en el piso, tenía toda la cara sucia y el pelo todo enredado, tomó un bote con agua y se lo eche, ella se levanto rápidamente limpiándose la cara.

— Buenos días— dije riéndome.

— !Que carajos te pasa!— gritó mientras se levantaba, quiso caminar hacia mi pero las cadenas que estaban en sus pies y manos la detuvieron.

— Cállate o te hago algo peor— le señalé a las heridas que le había dejado en sus brazos y cara.
Ella obedeció y volvió a sentarse.

— Por favor— dijo en un susurro.  — Deja me ir— todo lo que hice fue reírme.

— ¿Porque debería? Tú me quitaste a lo que más amaba— me senté en una silla que estaba en el rincón del cuarto.

—¿De quién hablas?— dijo ella con el ceño fruncido.

— Sabes bien de quién hablo—

—¿Tom?— dijo ella

— ¡Bingo!— ella empezó a reírse. — ¿que es tan gracioso?— me levante de la silla.

— Sabes hoy descubrí algo de Lily— le di una sonrisa malvada.

—¿Qué?—

— Si, y haré tu vida un infierno hasta que estés muerta— me di la vuelta y salí de el cuarto, podía escuchar a Carla gritar que la dejara ir.

— Ya está el carro listo señorita Miller— Iban camino detrás mío.

— Ok, vámonos— salimos de la casa, Iban camino frente mío y abrió la puerta para poder entrar al carro.

(...)

— Hemos llegado— escuché Iban salir.

— Bien esperaré aquí— le dije mientras salía de la  camioneta. Me dirigí a la entrada de la puerta donde se encontraban dos guardias.

— ¿En qué la podemos ayudar señorita?— uno de los guardias me preguntó, era guapo se veía se unos veintitrés.

— Dígale al señor Miller que Mia está aquí, el me conoce— le dije. El presionó un aparato que tenía en su oreja y habló, espere unos minutos y finalmente me dejaron pasar.

— El señor Miller la está esperando en su oficina, vamos la llevo— me dijo el muchacho.

— Gracias guapo— puede notar que se sonrojó, no dijo nada y empecemos a caminar. No nos tardamos mucho en llegar.

— Aquí está, tenga bonita noche señorita— le sonreí y abrí la puerta de la oficina. Entre encontrándome a mi padre mirando fuera de la ventana.

Hola padre— dije, el levantó la cabeza y se voltio lentamente.

—Mía...— fue lo único que pudo decir.

— La misma— sonreí, camino hacia mi, puede ver sus ojos aguarse.

— No puede ser— dijo en un susurro.

— ¿Me extrañaste?— levante una ceja.

— Como me preguntas eso Mía, si carajos claro que se te extrañe— dijo rápidamente.

— Que triste porque yo no— encogí mis hombros.

—¿Cómo?—

— Ya me escuchaste, yo no te extrañe ni un poquito— caminé y me senté en su silla. El se quedó en silencio nomás mirándome.

Subí mis pies en su escritorio y saqué el arma que tenía escondida detrás de mi, regresé mi mirada a mi padre y sonreí.

— No creo que deberías estar aquí— dijo el, mira a una foto que tenía en su escritorio y sonreí ignorándolo.

— ¿Todavía tienes esa estúpida foto?—

— Tienes que irte— habló con un tono de voz fuerte. me levante y tome mi arma. 

— Sabes solo venía a matarte la verdad pero no puedo, no puedo porque tú estuviste conmigo y nunca dejaste mi lado, y te agradezco por haberme cuidado— me acerqué a él.  —Aunque eres un hijo de puta, ahora en adelante yo estaré dirigiendo tu negocio, y no tienes una opción—
Salí de la oficina y me dirigí a la salida.

—¡Espera!— escuché a alguien detrás mío. Me voltee y vi a ese chico guapo.

—¿Si?— le sonreí.

— Me preguntaba si podrías darme tu número de teléfono— su sonrisa era tan adorable.

— Claro que si, aquí está— saque un papelito que tenía en su traje y una pluma, escribí mi número de teléfono y se lo di, se formó una sonrisa gigante en su cara.

— Nos vemos otro día— me acerqué a él y dejé un beso en su mejilla, me voltee y salí de esa casa.

El será mi nuevo juguete...

ꨄcamiꨄ
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el nuevo juégate de Mía😈

C

Regrese mis amores!!!

intentaré subir caps cuando pueda, estos días no me ha dado ánimos escribir no se porque pero lo intentaré y pos también tengo escuela y no estoy haciendo muy bien...

Pero bueno buenas noches hermosas espero que les guste este cap😽🫶🏽

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byeeee las amo<3

Después de la Tragedia; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora