Los Héroes verdaderos

Dos mundos: Mi raza

12 años después

—Hoy nos enfocaremos en el Arte de la defensa, es esencial en la lucha con espadas— dijo Arturo— ¿Sabes por qué?—

—No papá— contesto Roniktan ahora de doce años, su cabello negro formando pequeños rizos, piel morena clara y vestía camisa y pantalones blancos atados con una tela roja asemejando a un cinturón y usaba unos huaraches* de piel

—Porque esquivar se trata de angulo, movimiento y anticipación— con cada palabra movía la espada de madera mostrando su punto— Si juzgas mal a tu oponente— con la espada le dio un pequeño golpe en la frente— Estas muerto... ¿Entiendes?— le entrego la espada

—Si papá— Roniktan se puso en posición de combate

—Empecemos— Arturo tomo otra espada de madera y se preparo. Roniktan dio el primer movimiento pero su padre lo bloqueo— Esquiva, esquiva, esquiva— movió la espada levemente varias veces haciendo retroceder a Ronikta hasta que la espada le dio en la frente y caer al suelo— Estas muerto— Roniktan se levanto y contraataco— Esquiva y muerto— nuevamente lo derroto

—¿Aun si usara alguna armadura?— pregunto frustrado

—Aun con la mejor armadura del mundo— contesto Arturo— Debes saber que tus antepasados indígenas no usaban armadura y eran temidos guerreros, no por su fuerza sino por sus estrategias—

—¿Y porqué nos ganaron?— cuestiono confundido

—Bueno estuvieron preparados para todos menos para la gripe y la mala higiene de los españoles— Arturo se encogió de hombros— Continuemos— nuevamente comenzaron su practica incluso Roniktan logro progresar y no "morir" demasiado

—Hola papá— saludo Bebé de ahora diecisiete años, piel morena clara, su cabello estaba recogido en una trenza, llevaba una blusa blanca con bordados de flores, una falda verde y sandalias

—Hola hija ¿Cómo te fue en el mercado?—

—Bien... conseguí todo lo que la abuela pidió— contesto con una sonrisa hasta que noto las espadas de madera— ¿Otra vez entrenando? Sabes lo que dice el abuelo sobre esto papá—

—Solo dice que es peligroso para Ron, pero solo le estoy enseñando lo necesario, relájate nuestra familia no estará en problemas por solo entrenar un poco— 

—Ok, pero creo que es mucho entrenamiento para él, papá— comento Bebe al ver a Roniktan recostado en el pasto tratando de recuperar el aire

—Tal vez me deje llevar un poco— admitió avergonzado— Terminamos por hoy hijo—

—¡Al fin!— exclamo Roniktan— Y para que conste pude haberte ganado—

—En tus sueños mocoso—

—Bueno ya estas viejo— dijo con burla

—Pequeño bribón— dijo comenzando a perseguir a su hijo, un juego que Bebe no tardo en unirse, estuvieron así por varios minutos hasta que Arturo tomo a sus hijos en brazos, pero no pudo mantener el equilibrio y cayo al suelo— Ouch creo que me lastime el tobillo— se quejo 

—Espera papá no te muevas voy a buscar a Canek para que te ayude— pidió Bebe y corrió hacia su casa

—Creo que ahora nos pasamos un poco— dijo Ron avergonzado y a la vez preocupado por el estado de su padre— No quería hacerte daño fue un accidente—

—Oye no te pongas así creo que solo es una torcedura—

—Pero te lastimamos—

—Bueno mejor yo que ustedes— bromeo pero a Roniktan no le pareció gracioso— Estoy bien hijo no tienes porque culparte cuando solo estábamos jugando—