Prólogo:

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Una vez alguien me dijo que debía de ser más racional, mi vida giraba en torno a los sentimientos y no pensaba en cada una de las consecuencias. Esa lucha entre la mente y el corazón donde la mente siempre quedaba en un segundo plano porque el corazón se adueñaba de cada centímetro de mi cuerpo.

Se necesita valentía para ser sensible en un mundo donde esa expresión es considerada en la mayoría de las ocasiones como una debilidad. Pero en mi caso, creo que no hay persona más fuerte que aquella que es sensible y aún así ve esa característica como una virtud.

Si has llegado hasta aquí es porque tus sentimientos también te hacen ruido, te arañan y rasgan cada parte de ti porque se hacen de notar. Los sentimientos pueden hacerte saltar de alegría, pueden hacerte amar incondicionalmente a alguien que no siente lo mismo por ti y también los sentimientos pueden llevarte a la completa locura. 

Sentir es precioso pero también puede ser tu mayor perdición. Sentir es un sinónimo de que estás vivo, aunque hayas muerto muchos años atrás por alguna circunstancia pero nadie te celebró un funeral.

Quizás te sientas identificado con algún capítulo que encontrarás a continuación o quizá no. Simplemente son las líneas de alguien que ha intentado plasmar los sentimientos en unas líneas porque se empezaban a apoderar de su cuerpo. 

Aquí es donde unos sentimientos consiguen hablar , donde después de tanto ruido finalmente puedes conseguir escucharlos. 

Bienvenidos al ruido de los sentimientos.


El ruido de los sentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora