¿Cómo enamorar a Wei Ying? © Wangxian

Prólogo: ¡Me gusta, Wei Ying!

Su corazón palpitaba fuertemente.

Y eso era preocupante.

"¿Los problemas al corazón eran hereditarios?", pensó.

Y si lo pensaba bien, podría ser probable. Su tío, Lan Qiren, siempre tenía que irse a medir la presión para llevar un control adecuado de su salud.

— ¡Oh, lindo conejito! — escuchó, reconoció la voz.

¡Estaba latiendo mucho más rápido!

¡Le iba a dar un paro cardiaco!

— ¿Están solitos? — lo vio. — Deben de tener hambre. — ¿ah?, ¿Qué era ese sentimiento? — ¡Iré por zanahorias ya vuelvo! — se fue.

¿Oh?

Los latidos habían parado.

Su corazón ya no estaba latiendo tanto como antes, aunque todavía le quedaba una pisca de incomodidad en el pecho.

— Mmn. — arrugó la frente por el extraño sentimiento mientras se acercaba más a los conejos que estuvo observando desde lejos.

Porque eso estaba haciendo, observando conejos. 

No era como si estuviera ahí viendo como Wei Ying estaba acariciando conejos cuando estaba claramente escrito en el muro de reglas que los animales estaban prohibidos y-

¿De dónde salieron esos conejos? La última vez que los vio fue en-

Un momento, ¿entonces que estaba viendo él?

¡¿Y por qué no estaba haciendo nada para corregirlo?!

Tenía que avisarle a su tío y sacar a esos conejos de ahí. 

— ¡Mmn!

Así que, se dirigió mucho más al campo donde los animalitos estaban descansando y algunos otros jugando, no espero que se acercaran a él.

Especialmente un conejito de pelaje negro.

"Wei Ying", cruzó por su mente y un cálido sentimiento se volvió a instalar en su pecho.

Bonito, conejo bonito. Pensó, y de inmediato su corazón volvió a sentirse raro.

— Mmn... Wei Ying. — solo dio un último suspiro antes de darse la vuelta e ignorar todo lo que había visto. Se detuvo de golpe.— ¿Wei Ying? — abrió los ojos de golpe.

¿Por qué estaba pensando en Wei Ying?

Sacudió muchas veces su cabeza para despejarse y luego una idea pasó por su mente nuevamente.

"Talismán".

Empezó a revisar sus túnicas en busca de algún trozo de papel que le indique alguna especie de broma que el omega le había hecho, como la vez pasada que le pegó un talismán para hacerlo tomar.

No había nada.

— Hermano. — se asustó. 

Tenía que llegar rápidamente hasta la cabaña de Xichen, luego se ocuparía de esos conejos.

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𝙃𝙖𝙣𝙨𝙝𝙞, 𝙂𝙪𝙨𝙪 𝙇𝙖𝙣...

Estaba en total silencio, observándolo fijamente esperando por alguna respuesta de su parte. La sabiduría de su hermano siempre lo relajaba de cierta forma, pero incluso Lan Xichen se veía muy impactado.

— ¿Una maldición? — preguntó perplejo.

— Mmn.

Porque eso era, ¿no?