¿Cómo enamorar a Wei Ying? © Wangxian

Capítulo 5: La genciana, una flor de ayuda

¿Qué se supone que estaba haciendo para conquistar a Wei Ying?, pensó mientras estaba sentado dibujando conejos en las hojas blancas que tenía al lado de sus libros. 

En primer lugar, su hermano y el líder Nie lo ayudaron a pasar el tiempo con él, ¡Incluso luego de eso Lan Yun lo ayudó dándole un obsequió! (que por cierto, aún no daba las gracias), también que cuando planeó como invitaría a cenar a Wei Ying, este tuviera su celo y todo se hecho a perder.

La vida estaba en su contra.

— Se me acabó la tinta. — suspiró frustrado al ver al conejo a la mitad. — ¿Hermano tendrá más? — cuando estuvo a punto de ir decidido a pedírselo se dio cuenta de un pequeño detalle.

¡Su hermano tenía una cita con Jiang Wanyin!

— Quiero a mi mamá. — puchereo dándose cuenta de su realidad y regresando a su asiento. 

¡Porque cuando hizo un plan supuestamente magnífico el que sacó más provecho fue su hermano!

"..."

Bueno, tampoco era una queja la verdad, le había gustado como todos lo veían con envidia cuando Wei Ying estuvo recostado en su hombro. Además, después de eso raramente Jiang Wanyin era más amable con él y ya no lo llamaba cara de piedra a sus espaldas, y era bueno porque aún no encontraba un apodo perfecto.

— Solo queda estudiar. — tomo sus libros nuevamente. 

Estaba derrotado, no había logrado nada por cuenta. 

Y con nada se refiere a algo romántico, pues al menos Wei Ying le tenía mucha más confianza. 

— "..." — la vida lo odiaba, ya no habían dudas. 

El libro que le dio su tío para estudiar era sobre la historia de regulación de su cinta, ¿era apropósito? ¡Él ya sabía eso al derecho y al revés! 

Listo, lloraría en silencio. Así que al menos se acomodó en su asiento solo para cruzar sus brazos en la mesa y ocultar su cabeza entre ellos. 

— ¡A-Zhan, cariño he vuelto! 

Su alma salió de su cuerpo con el grito y el sonido de su puerta azotándose. 

— Oh, discúlpame cariño. — la dulce mujer se acercó hasta él. — ¿Te sientes mal, A-Zhan? 

Físicamente, no. Mentalmente, sí. 

— ¿En serio?, ¿Qué te ocurrió A-Zhan?, ¿Tu tío te sigue presionando con los estudios? — la cara de la mujer se convirtió en una seria. — ¿Debería de cortarle la barba de nuevo para que deje de molestarte? 

— Mamá, n... — vaciló para luego observar los libros en su mesa, y cambió de opinión. — Sí.

— ¡Mmh! No te preocupes A-Zhan, tu madre se hará cargo. 

Sí, esa era Madame Lan. 

— Lan Zhan... — lo noto decaído. — No debes de sentirte así solo porque tu hermano está saliendo con alguien, recuerda que es parte de crecer y que algún día tu también lo harás. 

— "..." — estaba demasiado lejos de hacerlo.

— ¿A-Zhan? 

Olvídenlo, regresaría a su pose deprimente. 

— ¿Aún no logras un avance? — comentó burlona la mujer al ver a su hijo echado sobre el dibujo de conejo a la mitad. 

Y- 

¿Cómo lo sabía?, la miró. 

¡Lan Xichen!

— No fue tu hermano para empezar. — a. — Fue Lan Yun. — "..."