Por ti

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Jimin se despertó a eso de las dos madrugada con una extraña sensación embargando su ser. Le tomó sólo unos cuantos segundos sentir la ausencia de Jungkook a su costado, y sin tomarse un segundo a pensarlo, se puso de pie para ir en su búsqueda.

Esa situación había sido repetitiva durante las últimas noches; Jimin despertaba y Jungkook no estaba en la cama junto a él. Lo encontraba sentado en la sala, bebiendo un vaso de whisky, en absoluto silencio, y al encontrarse con los ojos curiosos y tristes de Jimin, seguía manteniendo la misma actitud fría y distante que lo acompañaba durante todo el día.

Jimin se sentía triste, él quería saber que estaba ocurriendo en la mente de su novio, se ofrecía a acompañarlo, e incluso permanecía en silencio por algún tiempo, conteniendo todas aquellas preguntas y palabras que rondaban su cabeza. Pero Jungkook simplemente se mantenía en silencio y con la mirada perdida hasta acabar con su vaso, para luego decir, "vamos a la cama, cariño'.

El castaño nunca había percibido a Jungkook así, y le resultaba demasiado doloroso. No podía imaginar lo dañado que el mayor debía sentirse para actuar de esa forma, pero también, Jimin temía por aquella actitud. La distancia que Jungkook estaba poniendo entre ambos, a pesar del dolor y los problemas, no era usual, y el ojiazul incluso se veía de pronto analizando la tormentosa posibilidad de que Jungkook ya no lo quisiera a su lado.

Salió del cuarto y se fue directamente a la sala donde esperaba encontrar a su chico, sin embargo este no estaba allí. Le tomó un par de minutos recorrer todo el departamento y comenzar a sentirse desesperado al no encontrar rastro de Jungkook.

A la mañana siguiente se llevaría a cabo finalmente la mudanza. Ya todo estaba listo, y Jimin no comprendía bajo que circunstancias el ojiverde podría haber desaparecido en plena madrugada.

Pero de pronto, y como un destello de su mente, Jimin tuvo una idea. Fue como si su corazón le dijera de forma clara y fuerte donde se encontraba su amor.

Jimin abrazó su propio cuerpo cuando la brisa fresca golpeó su rostro y sus brazos desnudos. Había subido a la azotea, la misma donde él y Jungkook se habían conocido ya largos meses atrás; solo llevaba una sudadera del ojiverde con la cual solía dormir, y solo había alcanzado a ponerse unos pantalones deportivos.

Desde la distancia logró distinguir la figura de Jungkook, quien estaba sentado exactamente en la misma mesa donde tuvieron su primera reunion juntos, y una bandeja llena de galletas había hecho que el menor quedara encantado, y había dejado a Jungkook completamente embobado mientras lo observaba comer. El rizado estaba de espaldas, y no se había percatado de la presencia de Jimin, quien a paso lento se acercaba junto a él.

- Amor...- Jimin mucitó suavemente tras la espalda de Jungkook, quien no pudo ocultar su sorpresa al oír aquella dulce voz.

- Minnie...- El mayor se volteó rápidamente para encontrarse con el rostro preocupado del ojiazul.

- ¿Qué ocurre, Kookie?- Jimin preguntó directamente, pero su voz salía temblorosa.

Jungkook estaba nuevamente bebiendo. Una botella de un costoso whisky estaba sobre la mesa, y se podía ver que el rizado ya había bebido al menos la mitad de su contenido. Su mirada estaba roja, y sus ojos vidriosos, y lo que en primera instancia, Jimin creyó que era producto de la bebida, muy pronto se mostró como algo completamente diferente cuando notó rodar un par de lágrimas por las mejillas del rizado; Jungkook estaba llorando.

- Cariño, por favor, dime que está ocurriendo, ¿por qué lloras?- Jimin se acercó lentamente hasta sentarse sobre el regazo de Jungkook. Sus manos secaron delicadamente las lágrimas, mientras lo observaba con tanto cariño como preocupación.- Amor, sabes que puedes confiar en mi...

𝐂.𝐂.𝐀.𝐔.𝐕.𝐄.𝐋.𝐏.𝐂 ━━━ 𝗝𝗜𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora