Un Futuro Prometedor (3)

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La boda finalmente resultó ser aquel sueño perfecto por el cual Jimin trabajó esforzadamente por tantos meses.

La comida fue una completa delicia, desde los bocadillos hasta el mousse de frutos rojos que se sirvió de postre. La música se sintió en todo momento perfecta y acogedora; los acordes de los tres violinistas que habían sido contratados le dieron a la primera parte de la celebración un mágico toque de solemnidad, para después pasar a los sonidos más alegres y preparados por un Dj para hacer bailar a los invitados.

La decoración era sencilla pero lucía preciosa en contrastes de dorado y blanco. Pero sin duda, lo más importante y destacable de todo; Los novios.

Jungkook y Jimin se apreciaban radiantes y felices, compartiendo en todo momento cálidas sonrisas a sus invitados, moviéndose con gracia por el lugar tomados de la mano, y soltando en todo momento divertidos comentarios acompañados de la singular y especial risa de Jimin.

Al menos eso era lo que todos podían ver. Un Jimin luciendo perfecto, y un Jungkook feliz acompañándolo en todas las actividades que habían sido programadas para el especial evento.

Claramente ningún invitado pudo notar las breves pero feroces miradas que Jimin le lanzaba a Jungkook, y que hacían que el ojiverde respondiera con sonrisas nerviosas.

Jimin realmente estaba feliz, sus sonrisas y su actitud alegre no era una actuación, sin embargo, disfrutaba mucho de ese pequeño toque de poder que tenía sobre su ahora esposo, pudiendo intimidarlo solo con un gesto, una mirada, y unas cejas arqueadas de manera algo sugestiva.

Jungkook por su parte estaba deslumbrado con lo resplandeciente y hermoso que lucía Jimin, pero de todas formas no podía negar lo nervioso que se sentía tras las palabras que el castaño le dio durante su primer baile como esposo.

"No sabes lo mucho que Godzilla va a disfrutar castigandote esta noche, por haber sido un novio negligente y descuidado. Así que prepárate... Esposo mío."

¿Qué era exactamente lo que Jungkook debía sentir respecto a esas palabras?

Una parte de él estaba asustada y esperando por recibir un fuerte regaño que sin duda merecía. Pero había algo, una sutileza en el tono de voz y en la expresión de Jimin, que le hacía sentir que aquella advertencia tenía un mensaje oculto. Un mensaje sugestivo y excitante, que hacía que todo el cuerpo del ojiverde se erizara.

Y aunque estaba nervioso, Jungkook necesitaba pronto saber el castigo que recibiría.

Y así fue como finalmente en medio de la celebración, y cuando ya caía la noche, que el momento tan esperado llegó.

Una van enviada desde el aeropuerto llegaba para avisarles que era momento de partir. La pareja de esposos se despidió entre sonrisas y aplausos, y dejó su hogar donde aún quedaban invitados ebrios en la pista de baile, para comenzar lo que sería su tan anhelada luna de miel.

Viajarían a París, y como todo en la boda, el viaje también había sido seleccionado y coordinado por el novio menor. Jungkook simplemente había estado de acuerdo en volver al lugar donde toda su historia comenzó, pero esta vez finalmente con la felicidad de saber que, estarían allí por amor, y no por un trabajo.

– ¿Estás cansado amor?– Jungkook preguntó buscando entre sus cuerpos la mano de Jimin, intentando crear una conversación cómoda cuando finalmente la van emprendió su camino al aeropuerto.

– Un poco...– Jimin respondió en seco y sin hacer contacto visual. Alejó su mano de la de Jungkook, evitando que sus dedos se entrelazaran y busco entre su equipaje de mano un par de audífonos los cuales conectó inmediatamente a su teléfono para comenzar a escuchar algo de música.

𝐂.𝐂.𝐀.𝐔.𝐕.𝐄.𝐋.𝐏.𝐂 ━━━ 𝗝𝗜𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora