Adaptación Siempre Fuiste Tú JENLISA

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-Claro que no... amenaza seria decirte que si tú o cualquiera de tu alrededor intenta algo en contra de los míos... el infierno será un parque de diversiones en comparación con lo que haré contigo.

-Eso si es amenaza.

-¿Tu que crees?... entonces.... ¿estamos claras?

-Como el agua- dijo Maite pálida.

-Perfecto, no tenemos nada más de que hablar, puedes retirarte.

-Jennie... yo... no creas lo que te han dicho.

-No tengo que creer nada, simplemente te estoy advirtiendo lo que puede suceder si intentan
perjudicarme... una última cosa...

-Te escucho.

-Yo no digo cosas que no cumpliré, cada palabra dicha anteriormente... créeme, puedo cumplirlo.

-Entiendo.

-De acuerdo, puede retirarse señorita Alvarado, la acompañaré a la puerta- dijo Jennie señalando la puerta mientras que Maite se levantó.

....

Al momento de abrir la puerta, Jennie se dio cuenta que Nayeon y Lisa intentaban con todas sus fuerzas ocultar una sonrisa.

-Nayeon, asegúrate de enseñarle la salida a la señorita Alvarado.

-Si señorita Kim- dijo Nayeon levantándose
rápidamente.

-¿Vienes a mi oficina?- preguntó Jennie a Lisa mientras volvía a entrar.

-Claro-dijo Lisa antes de entrar y cerrar la puerta con seguro.

....

-¿No te han dicho que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?-preguntó Jennie sonriendo de espaldas.

-Bueno... supongo que tendría que estar arrepentida, pero la verdad es que no lo estoy- dijo Lisa abrazándola de la cintura y depositando suaves besos en el cuello de su esposa.

-¿Qué haré contigo?-dijo Jennie volteandose para besarla.

-No lo se... tal vez lo mismo que yo hare contigo.

-¿Ah si?- dijo Jennie sonriendo.

-Si.

-¿Y qué harás conmigo lili?- preguntó Jennie besándole el cuello.

-Si no dejas de besarme así, no podré decirte, no logro concentrarme.

-Bien... me gusta que pierdas la cabeza por mi.

-¡Que modesta eres!

-Estoy orgullosa de lo que provoco en ti, no tengo porque ser modesta en eso- dijo Jennie causando la risa de Lisa.

-Te amo nini, y amo la manera en la que nos defiendes.

-Nadie me alejara de ti, y tampoco perjudicarán a nadie a mi alrededor.

-¿Cómo puedo recompensarte?- dijo Lisa guiñándole el ojo.

-¿No tienes alguna idea?

-Claro- dijo Lisa besandola por largos segundos antes de separarse no sin antes morder levemente el labio inferior.

-Bueno si es lo mismo que estoy pensando yo, puede esperar a que lleguemos a casa.

-Oh no, no esperaré, he deseado hacerte el amor en esta oficina desde la vez que nos interrumpió Rosé- respondió Lisa haciendo que Jennie se sentará sobre el escritorio y la rodeara con sus piernas.

-Eso no va a pasar, es muy probable que Nayeon ya esté afuera.

-Entonces nini... tendrás que guardar silencio-
sentenció Lisa antes de volver a besarla.