Nos Volvemos A Ver

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NARUTO

Esa mañana me quedé en la cama sin deseos de nada, la noche anterior había hecho el amor con Sasuke y aunque él me aseguró que nos volveríamos a ver, pero en este lado del mundo el de los aristócratas a decir verdad yo sentía que anoche fue la última vez lo había visto.

Eso me partía el alma en dos, no soportaba la sola idea de tener que vivir lejos de mi tan amado Sasuke. Pero no me quedaba otra opción, si quería asegurarme que él siga vivo tenía que alejarme de su lado. Para protegerlo.

En esos momentos odiaba a mi madre con cada fibra de mi ser ¿cómo era posible que siendo mí madre no supiera lo mucho que me lastimaba? Maldita sea mil veces.

Estaba tan deprimido que no podía dejar la cama, por más que así lo desease. Me sorprendí a mí mismo deseando estar esperando a su hijo, así podría tener algo suyo conmigo aunque más no sea.

Lloraba en silencio, en verdad me sentía patético maldición. Pero no podía hacer nada de nada, así de cruel era el amor. No podía dejar de pensar en Sasuke. Su imagen estaba grabada a flor de piel en mi mente.

Sus dulces besos, su cuerpo, sus caricias. Era como estar siendo amado por él otra vez, pero nunca más volvería a verlo siquiera. Quizás deba conciderar suicidarme.

Me abrace a la almohada y lloré con tal sentimiento, que no sentí en qué momento mi padre entró y se hubo sentado en mi cama, acariciandome mis dorados cabellos con suavidad.

Sé que mi papá me entendía, sé que incluso aceptaba mi relación con Sasuke. El problema era mi madre y su autoritarismo. Ella pensaba solo en la fortuna y las apariencias. Pero mi padre la amaba con locura, al punto de seguir todas sus órdenes.

- Hijo lo lamento tanto pero, es necesario que comas algo. Que te levantes de la cama y des inicio a tu día.
- Vete, dejame en paz.
- Hijo yo...no puedo hacer eso.

Lo miré a los ojos furioso, ya que sentía tanto dolor por culpa de ellos que no daba crédito escucharlo decirme qué hacer para salvarme de caer en la oscura depresión.

-¡Como si les importara! ¡Para tí y para mamá solo interesa el dinero, el prestigio y las malditas apariencias!

- Hijo es imposible que te deje así, levantate y come algo.
-Vete, vete por favor papá. Vete.

- No, no lo haré hijo.
- ¿Por qué me hicieron esto? - no podía dejar de llorar - Lo amo papá, dios mío cuánto lo amo ¿por qué no lo quieren entender?

Mi padre me abrazó con amor paternal, aquello me reconfortó logrando calmarme un poco y acepté dejar la cama por más difícil que me resultase. Me duché y bajo la tibia ducha lloré otra vez con intenso dolor.

Cuando salí, estaba haciendo mi máximo esfuerzo para dejar de llorar y parecer normal. Almorcé con mis padres en el comedor pero ninguno dijo nada de nada.

Sin embargo mis padres conversaron y rieron juntos. Luego, antes de que el almuerzo terminase, mi madre me anunció que esa noche estabamos invitados a la fiesta que un matrimonio amigo de mi madre hacía.

Apreté los labios con furia, pero nada dije. Sabía que tenía que asistir, formaba parte de las obligaciones de ser un aristócrata.

Para mi mayor mal, la noche llegó pronto y muy a mi pesar tuve que alistarme para la ocasión. Durante el trayecto ni le dirigí la palabra a mi madre, solo hablaba escasamente con mi padre.

Sin embargo cuando llegamos y bajamos de nuestra limousina, mi madre y yo nos colocamos los disfraces de familia feliz y perfecta dando inicio así a sus tan amadas apariencias.

Bajamos para ser recibidos por los anfitriones quienes se alegraron efusivamente al ver a mi madre y su bonita familia. Me alabaron por ser su hijo y yo fingí sentirme orgulloso.

Entramos y fuimos presentando nuestros respetos a todos los presentes hasta el momento. Empezaba a desempeñar mi papel de hijo perfecto, siendo deseado por las chicas y los varones al ser un doncel. Una hora después, los anfitriones pidieron silencio a todos nosotros, sus invitados.

- Les agradecemos a todos su presencia aquí. Nos dá mucho gusto presentar al ultimo heredero del clan Uchiha. El joven duque Sasuke Uchiha que a partir de hoy vivirá en nuestro mundo.

Al oír aquello abrí grandemente mis ojos mirando a mi amado Sasuke aparecer en la galería de arriba, era él en verdad. Nuestras miradas se cruzaron y supe que era él.

Naruto, mi amor. Te dije que nos encontraríamos de éste lado ¿recuerdas?

Sasuke, cómo olvidarlo mi amor.

Tuve que hacer uso de toda mi voluntad para mantener la fachada de vida perfecta.

Desvié mi mirada fingiendo total indiferencia, debido a que pertenecía a una familia tan prestigiosa como lo era la de Sasuke. Mis padres aún no podía creerlo, pero también lo discimularon.

Mi madre fue quien se le acercó a Sasuke extendiendole su mano para probarlo. Pero Sasuke pasó dicha prueba estoicamemte al besarsela.

- Bienvenido joven Uchiha, espero que se encuentre a la altura de su prestigioso apellido.

Luego, sin decir nada más ni dignarse siquiera oír su respuesta se alejó.

Sabía que al hacer aquello le daba oficialmente el ingreso y la bienvenida a la aristocracia. Mi madre lo hizo porque era su obligación nada más.

Una hora después de ser acosado por todas las chicas del lugar, Sasuke se acercó a mí que me encontraba en la terraza contempando la hermosa luna plateada.

- Hola Naruto, te lo dije. Nos veríamos de éste lado - su voz ronca y sensual causó estragos en mí. Pero yo estaba interpretando mi papel del hijo perfecto, por lo que debía mantenerme frío y distante.

- Señor Uchiha, mi madre ya le dio la bienvenida. No necesita preocuparse más, ya forma parte de nuestro privilegiado mundo.

Ví cómo detrás suyo había un par de chicas devorando a Sasuke con las miradas mientras sonreían entre ellas. Mi fría respuesta lo descolocó, lo supe al instante.

Por eso al pasar a su lado, condiscimulo apreté fuertemente su mano izquierda en señal de que no podía hablar con libertad. Él supo interpretar aquello, ya que me miró asombrado valiendose de la oscuridad que nos rodeaba.

- Aquí no Sasuke, pero debes saber que sin tí me estoy muriendo - le susurré al oído.
- Estás pálido y más delgado mi amor, pero calmate. Vine por tí.

Sin decir nada más me alejé al ver que las dos chicas se acercaban, las saludé con una inclinación de cabeza y me adentré al salón nuevamente, alejandose del balcón y de mi amado Sasuke. Para todos yo era bisexual. Podía sentir la mirada del amor de mi vida clavada en mi nuca, hice un sobrehumano esfuerzo por seguir caminando y no arrojarme a sus brazos para perderme en sus pasionales besos.

 Podía sentir la mirada del amor de mi vida clavada en mi nuca, hice un sobrehumano esfuerzo por seguir caminando y no arrojarme a sus brazos para perderme en sus pasionales besos

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Boulevard (SasuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora