De noche, cuando me desvelo, el mundo se transforma en un escenario secreto y misterioso. La oscuridad se convierte en un lienzo en blanco para la imaginación, y cada rincón de la habitación adquiere una nueva vida. Mis sentidos se agudizan en la penumbra, y las texturas de las sombras se vuelven palpables. Puedo sentir cómo la oscuridad se acumula y se despliega como un paño de terciopelo sobre la noche profunda, su textura suave y envolvente. En el aire, percibo el tinte negro-verdoso que se desprende cuando la humedad satura la atmósfera, como si el propio universo exhalara sus secretos en forma de partículas luminiscentes. En esos momentos de vigilia nocturna, el mundo se viste con un manto de enigmas y promesas, y me sumerjo en la contemplación de un cosmos que se revela en su esencia más íntima.
28/09/2023