Sugerencia del autor: usar la canción de multimedia para mejorar la ambientación (y para conocer mejor a Powerwolf que... uff... bandón). No los molesto más (por ahora).
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Estábamos cerrando la plática cuando los primeros testigos de mi llegada aparecieron, eran apenas un par de pescadores, pero al fin habitantes natales que me estudiaron con ojos curiosos y territoriales, obligándome a poner en práctica inmediatamente todo lo que habíamos pautado. Me presenté brevemente bajo la impostada identidad de "Karsten el primo rumano" previo a seguir el tramo final de mi recorrido cuyo destino era la residencia Van Helden, vale ser, mi nuevo hogar. Casi tres kilómetros de caminata y allí estuvimos, el casco era tan sencillo cuan amplio, contaba con un taller contiguo, un aljibe, un gallinero pequeño y una modesta parcela de campo en que retozaban unas pocas ovejas. Cumpliendo su rol de fieles guardianes, los primeros en acercarse a saludar fueron Pfeil, el perro ovejero, y Schnell, un inmenso semental negro con una mancha blanca en el hocico; ambos animales parecían felices en mi presencia, motivo por el cuan los ojos de Roel se llenaron de lágrimas, quitando momentáneamente su aspecto de hombre rudo.
—Linne también estaría feliz de recibirte ¿Sabes? Pfeil y Schnell eran muy cercanos a ella, y no aprobaron jamás una visita que no fuera de su agrado. Míralos, están felices contigo, Linne desde el Paraíso te está dando su bendición.
No supe qué responder a una sentencia tan conmovedora, de forma que me limité a comprimirlo entre mis brazos ocultando mis propias lágrimas. Fue luego del abrazo que el herrero abrió la puerta, dándome paso al interior de la casa. El comedor era amplio y en su mesa había una silla permanentemente reservada a Linne, con vajilla vacía bordeada de florecillas silvestres, era quizá una forma de duelar sin dejar que tenerla presente. Por muy extraño que pueda sonar, aún se sentía su presencia alrededor, acentuada por pertenencias suyas dispuestas estratégicamente en cada habitación de uso colectivo -un espectáculo conmovedor y bello sin dejar de lado lo trágico de la muerte de una mujer tan joven-. Más allá de aquellos detalles, la decoración era en extremo minimalista, casi nula, y los ambientes contaban sólo con lo necesario según su finalidad: la sala únicamente tenía mesa y sillas, la cocina un horno a leña y un pequeño mueble para los trastes, el baño una tinaja, un cubo y un fuentón, y la que pasaría a ser mi habitación, una cama y un viejo cofre de madera.
—Siento no poder ofrecerte más.
—¿Más de lo que ofreces, hombre? ¿acaso te volviste loco? En Núremberg era prácticamente un vagabundo que ganaba a duras penas su pan manteniendo a raya las ratas de la iglesia. Esto es un auténtico lujo, Roel, soy yo quien no sabría agradecer por tanto.
—También es bueno tener un amigo cerca — se sinceró—Charles y Matthew siempre están pensando en irse, Linne se ha ido sin poder darme descendencia… necesito tu compañía tanto como tú necesitas un techo. Los dos salimos ganando.
—En serio eres un digno hijo del Señor. Tendrás un lugar bien cerca suyo en el Cielo.
—Me iré al infierno por hereje.
—Dios es misericordioso.
—Sea como sea… lo que te dije hoy temprano ¿Recuerdas? La solución, o al menos la solución parcial a la licantropía— sonrió de oreja a oreja— Con tintura madre de tu propia sangre he mejorado mi pócima apaciguadora de bestias.
No podía creer lo que estaba escuchando, por primera vez alguien me ofrecía algo cercano a la cura en lo que a mí condición respectaba. Van Helden me explicó los ingredientes y el funcionamiento, era básicamente una mezcla de elixires de adularia y cianita con tinturas de manzanilla y tilo, en conjunto con el nuevo añadido experimental de tintura madre de sangre licantrópica. Resulta que en el poblado habitaban otros tantos hombres lobo que recurrieron a los saberes alquímicos persiguiendo el cometido de aplacar la sed de sangre relativa a la transformación.
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Let There Be Night [Powerwolf- Attila × Falk Maria].
FanfictionHay lobos que visten de corderos, y hay corderos con grandes colmillos ocultos bajo una mueca inocente. El capellán maltrecho y taciturno de la catedral de Saarbrücken tenía un secreto, y yo estaba cada día más cerca de descubrirlo, pero no planeaba...