禁断 [Gofushi]

IX - Oportunidad.

-Te quiero y no sabes cuanto-tomó su rostro para besarlo.

-No, no es verdad... ya sueltame-exclamó con los ojos aún llorosos, intentado quitárselo de encima.

-Megumi...porfavor no me rechaces ¿sabes lo doloroso que es para mi verte con otra persona que no sea yo?-le miro afligido.

-¿ahora entiendes mi sentir, cuándo llegabas de tener sexo con alguien?-insinuó sin mirarle a los ojos y tratando de contener sus lágrimas.

-dame una oportunidad, porfavor-se negó a soltarlo, asta recibir una respuesta.

Su Omega reclamaba a es hombre, lo nesecitaba cerca, pero su corazón dolido no podía, miles de recuerdos se le vinieron a la mente y le dolieron a un más, pero...

-aún existe un especio para ti en mi corazón, si deseas no perderlo...no me vuelvas a dar motivos para eso-habló con voz entrecortada, colocando una mano en su pecho.

-¿significa que..?-

-te estoy dando lo que buscas, sólo no lo arruines si no quieres que desaparezca de tu vida-

Decidió darle una sola oportunidad al albino; provocando que sus sentimintos se volcaran denuevo.

Desde ese día no volvieron a verse, ya que Satoru había salido a un viaje de trabajo estaría sólo durante las siguientes dos semanas.

Los cuales ya tenía libres, porque ese mismo día que se fue iniciaron sus vacaciones. ¿que aria ahora con todo ese tiempo libre? No quería admitirlo pero quizás si extrañaría al fastidioso albino.

Ahora estando sólo volvió a plantearse las palabras que le dijo al mayor "darle lo que busca" repetirlo en su mente iso que su Omega interior se removiera de gusto y conformidad, ¿en qué estaba pensando en ese momento? ¿de verdad tomaría sus palabras enserio? Porsupuesto que si, era Satoru Gojo nada lo aria cambiar de parecer menos si se veía tan decidió.

Pudo simplemente rechazarlo y no lo hizo, lo que llegará a pasar de ay en adelanté también sería responsabilidad suya.

Quería dejar de preocuparse por ello sólo una vez, así que volvió a su cuarto para tratar de consiliar el sueño, pero no pudo dejar su mente en blanco.

El rostro de Satoru rosando sus labios, y esas manos sosteniendolo con fuerza sin intenciones de soltarlo dejando ese olor a menta que tanto adora, Isieron que su mejilla ardieron en rojo al igual que su cuerpo, reconoció de inmediato esos comportamientos su celo se presento antes de tiempo.

Agradeció que nadie más estuviera allí, a excepción de akasawa quien solía cuidar de el en esas situaciones, por eso cuando fue a verla supo como actuar.
tenía las pastillas para Megumi también busco entre las ropas de Gojo una prenda para darle, ya que siempre eso le calmaba, Aunque por primera vez vio en Megumi una reacción diferente, se negó a tomar la prenda y sin decir nada se fue a encerrar a la habitación del mayor cerrando puertas y ventanas para qué nadie más entrará.