»»->El principio del fin<-««

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Sin lugar a dudas, ella sabía más que nadie que esto iba a pasar. Después de todo; no se estaba metiendo con mierda ligera. 

Sin embargo, tenía esperanza de que no iba a escalar a algo severo. 

Que equivocada está.

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Era de conocimiento común que él se comportaba de forma muy idiota frente a ella, pero, tenerla encima suyo de verdad le estaba dejando mal... Muy mal.

—¡Bien hecho, Rin, no sé si es que Obito no pudo hacerte daño y afrontar la batalla por el cariño que te tiene, pero haremos como que si lo hizo! —Levantó un pulgar al puro estilo de Maito Guy. Su sonrisa de pura burla contribuía a su voz. Ver como Rin se encontraba sometiendo a un Uchiha más rojo que un tomate totalmente maduro contra el piso; le causaba una sincera diversión. 

Recientemente, Rin, fue acogida por ella, ocasionando que estuviera en un riguroso entrenamiento de control de chakra y fortalecimiento físico.

Estos últimos días fueron de puro entrenamiento físico; siendo hoy un "examen" de todo lo aprendido, usando como muñeco de prueba al pobre Obito. Un entrenamiento que contrastaba mucho con el que tenía de manejo de chakra para ninjutsu curativo. 

¡Y vaya que Rin no decepciona!

Rin se decidió a levantarse del estómago de Obito; pues la chica anteriormente amenazaba con cortar el cuello del niño con un kunai puesta en su garganta, su mano izquierda antes agarraba las dos muñecas de Obito, sujetándolos encima de su cabeza. 

Contra el pasto yacía un Uchiha bastante aturdido, temblando cuando Rin se levantó de su estómago, dejando de sentir ese cálido tacto. 

Ofreció una mano con gentileza a su amigo, quien no hizo más que ponerse en posición fetal, quedando de costado. Podría incluso jurar que humo salía de la cabeza del chico. Ladeó la cabeza, no entendía la vergüenza que opacaba el pobre corazón del chico. 

—Tranquila Rin, solo está avergonzado.  —Volvió a hablar poniendo su mano en el hombro de la menor, obligándose a agacharse para poder hacerlo. La niña giró su cabeza hacia la mujer, confusión mezclada con la preocupación era lo único que se reflejaba en los expresivos y grandes ojos marrones de la más pequeña.

—¿P-pero está bien o no? —Dirigió de nuevo su mirada al Uchiha, que ahora agarraba su cabeza con más fuerza, tapando su rostro. Rin agregó—: ¿Obito? ¿Estas bien? —preguntó. Puso sus manos a la vista al igual que daba pequeños pasos. Como si intentara decir que no era su enemiga.

—D-déjame un rato solo Rin. —habló en un tono agudo y apagado. Para luego susurrar algo tímidamente. Rin, que no pudo escuchar nada, sólo se dignó a mirarlo con lastima. Cerró sus puños.

—Bien... —Bajo sus manos a sus costados, decidiendo que lo mejor seria darle un espacio al Uchiha. Se giró hacia la Urakari que miraba a un costado, totalmente desinteresada por los hechos frente a sus narices, sus manos dentro de los bolsillos de su gabardina. Una leve mueca casi imperceptible en sus labios.

Se acercó a ella y agarró el dobladillo de su abrigo color castaño estirándolo un poco, para acatar su atención.

La de mayor estatura volvió al plano de la realidad, se agachó y espero a que la chica de pegatinas moradas hablara.

—¿Podemos ir a dar un paseo mientras que Obito se recupera? —preguntó, junto sus dedos y empezó a jugar con ellos, apartando sus ojos de los amables de You. Está sonrió, ocasionando que sus ojos se achinaran.

—Claro que sí, solo es un tonto avergonzado. —Incorporó de nuevo su postura recta, moviendo energéticamente su palma abierta y de costado; de lado a lado como si negara algo. Una protesta de Obito se escuchó, pero You dejó rápidamente eso en segundo plano.

❖{ Cambiemos El Futuro }❖ ❌CANCELADA❌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora