Cazame Si Puedes Sr. Zar

1-Ghost Hacker

—Dios... parece dios griego. —

Susurro, Kieran, mientras miraba por esas cámaras de increíble calidad pero que no se comparaba con la del hombre en ellas.

Hace apenas unos minutos termino un trabajo y el corazón le palpitaba con entusiasmo.

Había hackeado importantes servidores y demás, pero de la mafia rusa que en la superficie es una gran compañía de tecnología, jamás.

Una que otra mafia por supuesto, pero no era lo mismo.

Una emojin de carita insinuadora apareció en la orilla inferior derecha de la pantalla principal al escucharlo.

Y de pronto mientras el chico apreciaba al dios griego sentado atrás del escritorio clásico, este desvío los ojos con un color frío, como un platino azulado, de los documentos que analizaba con el seño fruncido.

Algo claramente lo tenía de muy mal humor.

Los papeles azotaron con la mesa en un movimiento rapido esparciendose.

El hombre recogió el celular del escritorio conteniendose y se escuchó el tono de llamada.

Kieran abrió un cajón y saco los aperitivos.

El emojin en la esquina cambio imitando la expresión de su creador, ambos adictos al chisme.

Sin embargo, el hacker no se molestó en infiltrarse en la llamada ya premeditaba de que se trataba.

—¿Ya lo tienes? — Una voz profunda y con tono dominante surgió de aquel dios griego cuando su llamada fue contestada.

Si ese hombre hubiera nacido como vagabundo Kieran lo baña y se lo lleva a la casa.

Es una gran lastima los cientos de kilómetros que hay entre estos dos.

...

Está noche cierto hombre muerto como ahora le gustaba llamarlo el Zar, entro en los servidores de su compañía, hasta ahí todo bien, sabía lo que tenía ahí. El maldito problema fue que también entro a sus dispositivos personales.

¿Qué como lo hizo? Ni puta idea.

Puso a un equipo completo de informáticos, ingenieros en sistemas y desarrolladores de software para rastrear al intruso y borrar la información robada.

Lleva cuatro horas sin una respuesta.

Y único que sabe es que el intruso no pasó más de una hora dentro del sistema.

Simplemente no lo podía aceptar, su empresa una de las mejores de la industria tecnológica que desarrolla perfectos sistemas de seguridad, ¿Como podía ser burlada tan fácilmente?

Tiro los papeles en su manos y sin poder soportar la urgencia llamo a su hermano.

Hace una hora que lo había contactado, si su equipo de cyberseguridad no podía sacar algo de esto, entonces solo había una única persona a la que recurrir y esta era su hermano.

—¿A quien enfadaste en los últimos días, Victor? Nunca te había visto cagarla a lo grande. —Contesto Jared, con seriedad.

—¿No lo encontraste? —Pregunto aún exeptico, si su hermano no podía con este hacker la cosas se pondrían serías.

—Ghost Hacker. —Sentenció su hermano con la única respuesta que podía hallar—. O es el o estamos en precensia de su sucesor.

Viktor guardo silencio unos segundos antes de suspirar, se aflojó la corbata y paso su manos por el cabello brillante.

Su dedo golpeaba la mesa haciendo eco en la silenciosa oficina principal, mientras planeaba su siguiente movimiento.

Hacker Ghost había desaparecido hace un tiempo. Desde entonces salieron muchos rumores pero todos parecían creer que alguien se cobró sus problemas con el.