8.

10 1 0
                                    

Mamá estaba en el suelo. Si lograba recordar aquella escena la podía definir en una sola palabra: asquerosa.

La sangre cubría el rostro más hermoso que siempre había visto. Papá lloraba a lado de éste y West se encontraba pálido sentado en un rincón de aquella habitación.

La puerta se abrió dejando ver a Ramses y a varios de sus hombres. Su mirada paso por mi padre y mi hermano, después se dedicó a mirarme. Dolor y pena mostraban sus ojos ámbar. O tal vez era miedo, miedo de que yo no estuviese llorando. Mamá me había enseñado a no llorar por más que ardieran tus ojos. Llorar era innecesario.

"¡Ramses, llevatela!" Exclamó mi padre con lágrimas en los ojos. "¡Toma a Reo! ¡Cuidala!"

Ramses lo miró desconcertado.

"¿Pero cómo podría?"

"Ella es fuerte, Reo es fuerte. No es como yo, ni como su madre. Lie, era muy impertinente, por eso la asesinaron." Papá si que eres idiota. A mamá no la mataron por eso.

"¿Qué hay de West?" Papá miro a su pequeño. Y tragó saliva. Él sabía su esto pasaría.

"Tengo un amigo. Él cuidará de él." él me miró y sonrió. Mis ojos ardían de coraje.

Anda papá, deja que West se lo traguen los lobos.•

"Bien"

Ramses se acerco a . Tomó mi mejilla, su tacto era cálido, lo sentía en mi fría piel.

"Vamos, Reo. Vamos a casa."

Mamá murió a manos de un investigador llamado Robert Munchausen. La hizo añicos. Destrozó cada parte de mi madre. Días después papá fue encontrado por Ramses en las mismas condiciones. Él dijo que no había sido él mismo tipo. Había sido otra persona.

Papá y mamá habían muerto. No por imprudentes, sino por débiles. Yo no sería así. Yo sería diferente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 15, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Antes de la Tragedia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora