1. Un poco de pororo para sanar el día.
♡¿Alguna vez sentiste que estabas al borde del llanto por la rabia, y por si no fuera poco, no podías hacer nada ya que ese no era el lugar ni el momento correcto?
Pues eso es justo lo que me esta pasando ahora.
-¿Que te parece la idea? -me pregunta mi padre mientras le daba un sorbo a su cerveza.
-Bien. -fue lo único que logre decir.
-¿No te gusta? -pregunto Irma, mi madrastra.
-No, si me gusta. -respondí secamente.
Ella asintió no tan convencida, pero por primera vez, cerro la boca y no tiro uno de sus comentarios fuera de lugar.
Como siempre, volvieron a hablar entre ellos como si yo no existiera.
No es que eso sea un problema para mi, al menos ahora ya no, simplemente se volvió costumbre, además, aprendí a envolverme en mis pensamientos para alejarme de la realidad, pero en estos momentos no lograba hacerlo, las palabras de mi padre no paraban de resonar en mi cabeza una y otra vez.
"Irma esta embarazada"
"Irma esta embarazada"
"Irma esta embarazada"
"Irma esta embarazada"
"Irma esta embarazada"
IRMA ESTA EMBARAZADA
-Permiso. -me levante de la mesa.
Ninguno de los dos se molesto en voltear a verme, y yo simplemente raje de ahí.
Fui directo al baño y me encerré en unos de los cubículos.
Sentí como las lagrimas querían comenzar a salir, pero no lo podía permitir.
Si, tengo 17 años, lo se, pero esto es realmente difícil para mi, no por el hecho de que valla a tener un hermano, es por el hecho de que va a ser de Irma, ¡IRMA!
Cuando mis padres se separaron, un mes después del divorcio, mi padre conoció a otra mujer, Maya, se llamaba. Si hubiera seguido con ella y ella hubiera sido la que se quedara embarazada no me molestaría para nada, ella siempre fue muy buena conmigo, era como una hippie buena onda.
Deje salir todo el aire que tenia acumulado y comencé a marcar el numero con las manos temblorosas.
En estos momentos, sabia que solo había una sola persona a la que podía llamar.
-¡Pero si es mi queridísima Rosseta! -exclamo apenas contesto la llamada.
-Morgan...
-¿Paso algo? -cambio su tono alegre a uno preocupado.
-Nuestras sospechas eran ciertas...
-¡¿TAYLOR Y JOE VOLVIERON?!
-No.
-Ho..., bueno, eso tiene un poco de sentido, porque si hubieran vuelto tu tono seria más de "¡Morgan!" y no de "Morgan..." -no pude evitar reír.
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Donde nos lleve el corazón
RomanceAdalyn, o como le dice Morgan, Rosseta, sufre varias turbulencias a lo largo de su vida, desde el divorcio de sus padres, bullying, corazones rotos y nuevos "compañeros", busca encontrar la libertad y ese amor como el de los libros que tanto soño...