Mundo Entre Mundos

Capítulo III

Windo, sintió como su ex padawan se aproximaba,

Caminaba tranquilo, en el bajo mundo de Corruscan, el lugar donde los de arriba tiraban su mierda.

Maestro - le dije, Mance estaba en un estado deplorable -

Aenar tienes que detenerlos - dijo el maestro del alto consejo Jedi -

Y porque lo haría - me puso en cuclillas, mirando directamente a sus ojos - lo que le pase a los Jedi y Sith no me importa

Fuiste demasiado orgulloso, se tenia por el mejor, cuando era el más ciego - me burle -

Mance solo vio un destello, carmesí, mientras sentía como el sable de su alumno lo atravesaba

Maestro Aenar - dijo un joven Jedi - son muchos qué vamos hacer

Los llevaré a un lugar seguro - Los niños se cubrían, mientras asesinaba a un par de clones - Skywalker, vayan a la nave

No puedo permitir que huyan - dijo el Sith, sosteniendo su sable encendido - y tu tampoco

Estás seguro de esto Anakin - tenía las manos en la espalda - por que mejor no te vas

Soy más poderoso de todos - la ira lo cegaba - ahora arrodillate

Un Targaryen no se arrodilla ante Dioses ni Hombres - tomaba mi sable de luz, la empuñadura estaba forgada en Acero Valyrio, el mismo de Fuego Oscuro -

Anakin confiaba mucho en sus habilidades, pensaba que por ser mas poderoso tendría la victoria, qué equivocado estaba, el estaba dominado por la ira, lo que lo hacía más predecible al menos para mi por ello en un movimiento lo empuje pata después colocar mi sable en su cuello.

Dile a Sidius qué lo vere pronto - retire mi sable de su cuello - a y no te vayas a quemar

Joven Aenar - dijo el viejo maestro Yoda, qué salía del Senado - huir debemos

La ceguera, arrogancia, una alta confianza es lo que llevo a los Jedi al borde de extinción - miraba la ciudad y como las llama reducían a ceniza la orden

Razón tener - dijo - pero tu camino equivocado es

Ay - solté un suspiro - se que no lo convenceré y no interferira en mis planes, Aegon el conquistador tomo los siete reinos, yo lo tomate todo y más a fuego y sangre - ambos encendimos nuestro sables, nos arrojamos el uno hacia el otro -

Anakin llacia al borde del río de lava, haci que decido alejarlo, el solo me miro.

Te dije que no quemaras - me burle - pero ya no importa, aun tengo planes para ti

Un chorro de lava estaba apuntó de golpear a un quemado Vader, si no fuera por que coloque mi brazo, la ropa de empezó a quema pero mi piel no.

Los Targaryen no arden -

Arthur sube al nave - Obi Wan veía como el droide no se movía, le parecía extraño, hasta que de un momento a otro era aplastó por la fuerza - Aenar

Me diría al borde del Angar, arrojando al droide a la lava, Kenobi tenía listo su sable de luz.

El amor es la muerte del deber y el deber es la muerte de amor - la mirada de Kenobi era incierta, se lo decía a él o se refería Anakin - ¿Qué es el honor comparado al amor de una mujer? ¿Qué es el deber contra el sentimiento de un hijo recién nacido en tus brazos? ¿o la sonrisa de un hermano? 

Eso en que me concierne? - preguntó el maestro Jedi - es irrelevante

El eligo, tu elegiste  - le dije - ahora muere con las consecuencias

El cuerpo sin vida de Obi Wan kenobi caía hacia a al lava, mientras Aenar entraba a la nave donde están Padme.

Aretusa era una pila de escombros, entre ellos habían olvidado su lucha, eran uno, contra mi, los elfos fueron fáciles, los majos pese a sus trucos de mover cosas y arrojar bolitas de energía no fueron rivales y las más poderosas fueron las únicas que me hicieron sudar una jota.

En la playa Tris sacaba a Geralt, solo para que segundos después su cabeza rodará por el suelo, y el brujo fuera atravesado por su propia espada.

Ciri estará a salvo - le dije - será más poderosa de todos, solo que no dijas a nadie

Antes que explotara el monolito, coloque un rastreador - le tendí la mano, a una Ciri sedienta -

Geralt, Yennefer - dijo - tengo que volver

Fueron asesinados, las personas que te buscan lo hicieron - le dije de manera comprensiva - pero te puedo ayudar a vengarlos, los harás gritar.