10 - Un corazón noble puede hacer la diferencia

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Beomgyu se dirigió a la academia de baile una vez el sol salió. Se encontraba más tranquilo que la noche anterior.

—¡Que lindo día!

Los árboles de cerezo seguían floreciendo, causando que algunos de sus pétalos cayeran sobre la acera, era el paisaje favorito de Beongyu.

—Hace mucho no apreciaba una mañana tan linda como esta...

El joven siguió caminando por las grandes avenidas de la ciudad, en algunos momentos decidía mirar el rostro de las personas; algunos con rostros contentos, tristes, agotados o simplementes sin mostrar una emoción.

—¡Hola, Beom! ¿Cómo te encuentras? —exclamó Yeonjun una vez el fantasma había llegado a la academia de baile.

—Me encuentro mejor que nunca. Escuché pájaros cantar cuando salí del templo ¡En verdad eran divinos!

—¡Wow! Eso suena magnífico, hace mucho no escucho a los pájaros cantar... tendré que ir al templo más seguido para poder escucharlos.

Ambos chicos rieron con algo de sonrojo en sus mejillas.

Los pensamientos de Beomgyu se tornaban aturdidos cada vez que Yeonjun insinuaba coqueteo. ¿Cómo puede haber esos sentimientos entre un fantasma y una persona con vida? Le parecía muy egoísta pensar en Yeonjun de esa forma. A sus palabras:

"Yeonjun debe de disfrutar con gente que aún siga viva, es lo justo".

Pero entonces, ¿por qué aún se sigue sonrojando ante lo que Yeonjun dice?

—Mi clase comenzará pronto, Soobin me comentó que abrieron una nueva cafetería aquí cerca y nos invitó a ir con él.

—¿También a mi?

—Sí, me dijo claramente tu nombre.

Yeonjun le regaló una sonrisa a su amigo antes de entrar al salón donde estaban sus alumnos.

Los minutos pasaban lentamente en la sesión de baile, Beomgyu se notaba algo inquieto dentro de ese lugar.

—Maestro, iré al baño ¡No tardo!

El fantasma salió rápidamente una vez dijo esas palabras. Una vez cerca de los demás salones notó que afuera de cada uno había una pizarra con el título "Nuestras familias".

Admiró cada una de las fotos, hasta que miró una fotografía donde estaba el mismo niño que había visto por primera vez en la casa de Yeonjun y después en el restaurante.

—No puede ser... ¿Quién es el maestro de esta clase?

Todo conectó cuando se asomó hacia esa aula y miró que el maestro era Soobin, incluso pudo observar al niño fantasma imitando los pasos que el rubio hacía.

—¡Oye, niño! No puedes estar detrás de mi amigo, yo soy el único fantasma que lo puede atormentar.

Beomgyu se acercó hacia el niño para intentar tomarlo, pero igual que la última vez, su encuentro terminó en una persecución.

...
—¡Beomgyu! —exclamaba Yeonjun sin éxito una vez su clase había terminado.

A los pocos segundos, Soobin estaba regresándo de la puerta principal de la academia, ya que había ido a dejar a uno de sus alumnos con su tutor.

—Maestro Choi ¿Su clase ya concluyó? —mencionó el rubio.

—¡Sí! Estoy buscando a Beomgyu... No lo he visto desde que comenzamos el calentamiento.

—Oh... ¿Hay alguna forma en la que pueda ayudar? Mis alumnos ya se fueron.

—No creo que puedas hacerlo... Seguro no tarda, vayamos por tus cosas.

★ 𝐎𝐡 𝐌𝐲 𝐆𝐡𝐨𝐬𝐭! - yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora