NINA
Deni y yo nos fuimos con Ethan después de aquel encuentro con Zack. No entiendo como podía ser tan asquerosamente guapo y gilipollas a la vez.
Seguimos bailando y Deni se pidió una copa.
— Nina, ven conmigo a por otra más, porfa, porfa, porfa. —Dijo insistiendo más que un perro.
—Venga voy. Pero solo porque eres tú.
Nos acercamos al minibar y mientras pagaba la copa vi a un señor acercándose a la copa de Deni, me quedé mirándole y no vi nada, esperaba no hubiera puesto nada en la bebida de Deni.
Eran las dos de la mañana y el alcohol ya estaba subiendo, así que me fui para mi casa con Deni, que hoy se quedaba a dormir conmigo y Ethan se quedó en la fiesta porque estaba su grupo de amigos.
Nos despedimos rápidamente y pillamos el coche, quizás no fue muy buena idea sabiendo que Deni llevaba unas copas de más.
—C-conduzco yo. —Dijo Deni con un tono un poco mareado.
—Quita imbécil, que tienes más peligro...
—¿Preciosas, queréis que os lleve? —Escuché de fondo, era un señor con un aspecto sospechoso y que no transmitía mucha confianza. Su cara me resultaba bastante familiar. Llevaba un porro en la mano y ropa de trabajo sucia. Se incorporó y empezó a andar hacia nosotras.
—Vámonos Deni, entra ya. —Dije acelerando mis pasos al coche.
—¡Ya voy, joder! —Decía mientras el señor se acercaba al coche.
Arranqué el coche con el señor a escasos centímetros de la puerta y nosotras con el pulso a mil y jadeando.
—¿Estás bien? Creo que ese gilipollas te echó algo en la última copa que bebiste.
—Sí, sí, estoy bien... supongo.
Mientras iba conduciendo hubo un silencio repentino y empecé a escuchar ronquidos. Era Deni, iba tan colocada que entró en un profundo sueño del cual fue muy difícil despertarla.
—Deni, Deni, —Repetí varias veces dándole pequeños golpes en la mejilla. —Denisse, ¡DENISSE CASTRO, JODER!— La desperté de un bofetón y con mi pulso a mil, pensando en todo lo que le podría haber pasado en esos momentos de inconsciencia.
—¿Qué pasa? ¿Por qué cojones me pegas semejante hostia? — Dijo llevándose la mano a la cara mientras hacía muecas de dolor.
—Coño, me has dado un susto que te cagas. Pensaba que ya te había dado algo, joder.
—Pues estoy de locos, menos por la hostia que me has metido por la cara.
La agarré del brazo y entramos hacía mi casa. Era una casa costera hecha de maderas blancas que parecía sacada de una película de romance adolescente surfero. La ventana de mi habitación daba a la playa así que podía escaparme fácilmente o subir a mi habitación desde allí. A mi padre no es que le hiciera mucha gracia pero yo le prometí que no iba a irme y yo nunca rompo una promesa.
—Hogar dulce hogar, bienvenida a mi casa, colocada.
—-No me llames así.— Dijo tambaleándose como si estuviera en un sueño despierta. —Solo me han dado algo que yo no quería tomar sin yo saberlo.
La ignoré y fuimos directamente a mi habitación. Era de un color morado pastel muy bonito, el mismo que cuando venia de pequeña, me traía muchos recuerdos; la cama era grande, cabíamos 2 personas sin dudarlo; y las decoraciones... No tenía muchas, venía muy poco así que no era algo de lo que me preocupaba.
—Nina, ¿podemos dormir ya? Estoy muerta.
—Venga va, hoy si, pero los demás dias ni muertas nos dormimos tan pronto.
Pronto. Eran las 3 de la mañana y al día siguiente teníamos que ir a clase a por un par de libros, pero con o sin fiesta, sabíamos que pronto no nos íbamos a dormir.
—Buenas noches, Sargento Michaels.
—Buenas noches, doña colocada.Lo prometido es deuda, aquí teneis el capítulo de este viernesss!! La semana pasada tenia un bloqueo mental heavy y no sabía como seguir, pero después de darle al coco... Tenemos parte 5 😎
Os quiero muchomucho
![](https://img.wattpad.com/cover/344820708-288-k224026.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Odio Odiarte
RomanceNina se muda a San Diego a casa de su padre y en el instituto conoce a Zack, el chico más guapo de la escuela. A Nina no le cae bien en un principio y se odian pero, ¿Y si en el fondo ese odio es amor? Quien sabe...