Mi PuppyCino ♡ Hyunmin

Pt. 2 - Kim Seungmin

Después de que mi vecino se fuera a su casa corrí hacia mi habitación para estar lo más alejado de la puerta principal y me enrede en las cobijas.

Lo bueno de todo es que ya había terminado el software y lo había almacenado en un USB así al día siguiente lo llevaría a la empresa esa de carros.

Por el momento necesitaba dormir y olvidarme de lo estúpido que había actuado. Dios, mi vecino hizo que me pusiera tan nervioso, nunca me había puesto de esa forma. A excepción de cuando era estudiante.

Cuando era adolescente en mi instituto sufría de maltrato escolar, mi tía, Miyeon siempre estuvo ahí para mi. Mis padres murieron después de ser atropellados por un taxista borracho. Ellos se dirigían a una reunión de la escuela debido a mis agresores. Todo este tiempo me he echado la culpa, si al menos me  hubiese defendido una sola vez tal vez no me habrían seguido molestando y golpeando, y tal vez aún mis padres seguirían a mi lado.

Pasó el tiempo y me gradué del instituto, mi tía había ganado mi tutela, tenia tan solo 12 años cuando quedé huérfano, a los 14 me mudé con mi tía a los EE.UU para poder realizar mis estudios superiores ahí. Ella ha sido tía y madre todo este tiempo, además de ser una gran amiga y consejera.

Mi tía vive en la misma cuadra que yo y siempre viene a visitarme y a dejar comida para todo el día. Siempre estaré muy agradecido con ella, es la persona que más amo además de mis padres.

Al cabo de un rato me quedé dormido, desperté a eso de las seis de la tarde debido al hambre, mi estomago me pedía algo de comida ya que no había almorzado nada, así que bajé a la cocina a prepararme ramen.

Fui al estudio para ver una serie en el computador, al final elegí "Alice in Borderland" y comencé a comer mientras veia la serie. Estaba ya por el final del quinto capítulo cuando escuché un sonido en la calle, eran como gritos de una mujer.

–¡No seas cobarde y sal poco hombre!– su voz sonaba un tanto borracha, según las películas que había visto –Sal de ahi– me asomé a la ventana que daba a la calle. Pude ver a una mujer alta de cabello rubio liso que estaba golpeando la puerta de la casa de mi vecino.

–Por dios Yuna, vete de aqui, despertaras a los vecinos y llamaran a la policía– Hyunjin había salido vistiendo un pantalón de pijama y una camiseta blanca.

–Es que tu no entiendes– se sorbió la nariz –yo te amo– se acercó a él tropezándose con un escalón invisible –¿Acaso no lo entiendes? Tú y yo debemos estar juntos– comenzaba a darme lástima, se veía muy triste y sus acciones no la ayudaban.

–Por el amor de dios, tú y yo no podríamos tener una relación, además estas ebria, no sabes lo que dices– parecía muy frustrado por como sonaba su voz.

Lo bueno de este barrio es que no hay muchas casas a los alrededores, nuestras casas son las más cercanas, la de mi tía está como a media cuadra y es la que sigue de la mía, la casa mas próxima a la de Hyunjin está a 200 metros más o menos. Así que por ello obviamente nadie había salido a ver por los gritos.

Me quedé observando un poco más por un rato hasta que la tal Yuna fue llevada por unos oficiales que hacían su turno nocturno por el lugar.

Luego de que se la llevarán mi vecino se sentó en las gradas cerca de la puerta de su casa mientras se llevaba las manos a la cabeza.

Me preguntaba si ese tipo de cosas sucedían seguido. No siempre ves una pelea de ese grado desde la ventana de tu casa ¿o si?

Suspiré pesadamente, me sentía mal por él, al parecer esa mujer lo molestó mucho– ¿Estará triste y solo como yo?– Pensé –seguro no– me respondí pues esa mujer parecía su novia o algo así.

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Al día siguiente salí con mi pijama de Pochacco, no importa si hacia calor o frío, yo siempre duermo muy abrigado; salí para recoger un sobre del buzón que envió la empresa dando el visto bueno al software que diseñé.

Aún tenía un poco de miedo que la gente me viera y se me acercara como hace tiempo.

Me encamine hacia el buzón. Traté de ir lo más rápido posible para así no tener que saludar a nadie.

¿Por qué los buzones tenían que estar fuera de casa? ¿No podían estar pegadas a la puerta?

Cuando iba regresando pude ver a mi vecino salir jugando con sus llaves mientras se dirigía a su auto.
Se me quedó viendo deteniendo sus movimientos, parecía petrificado, hasta el movimiento de sus llaves se detuvo. Me quedé viéndolo confundido ladeando mi cabeza.

–Emm, hola– saludé, aún preguntándome el por qué de su raro comportamiento.

Él me miraba de arriba a abajo

–Hola Hyunjin, buen día– saludé nuevamente pero sonriendo levemente esta vez. Estaba comenzando a ponerme nervioso, solo quería entrar a mi casa ya, pero no quería ser maleducado tampoco.

–Lindo– murmuró –tu pijama, tu pijama es muy linda– me sonrió timidamente.
Entonces me di cuenta de mi vestimenta, abrí mis ojos y sentí mis mejillas calientes y sin siquiera contestar corrí a esconderme, en el camino me tropecé un par de veces. Que vergüenza.

–Estúpido Seungmin, ahora si él se burlará de ti, si no lo hizo ayer seguro que ahora si lo hará– mis pensamientos acribillaban mi cabeza mientras dejaba que mi rostro fuera bañado por mis lágrimas.

Luego de un rato el sonido de la puerta hizo que volviera en sí.

–Seungmin, soy yo– me levanté rapidamente para abrir y me abalancé a la persona del otro lado abrazándola fuertemente.