Capitulo10
Bella prov
No sabía que decir acerca de aquel coqueteo entre Edward y Jessica, más que dañarme me ofendía y me dolió en lo más profundo de mi ser.
Los días fueron pasando lenta y dolorosamente, era una especie de relación turbia y poco amorosa, no dormíamos en la misma cama, pero todas la noches el me hacia el amor o lo que se pueda decir que hacía y se marchaba no sabía cómo sentirme, era despreciada por mi propio marido, que ni en la misa alcoba dormíamos y por las mañanas era peor, me hacía tomar ese te que sabía horrible, según la Sra. Stanley era muy efectivo, aunque yo no sabía que pensar la idea de no tener hijo la verdad en estos momentos no me desagradaba.
-¿Cuándo nos iremos Edward?-
-¿quieres irte?-
-la verdad si, extraño mucho a mi padre y a mis amigos, además no ha sido la visita más grata y no le veo caso que nos quedemos-
-entonces no se diga más, mañana preparo las cosas para que nos vallamos por la noche-
-¿por la noche?-
-sí, no hay nada que me agrade más que viajar por la noche- me dedico una sonrisa media torcida de sus labios, me enamoraba esa sonrisa y hace años que no la veía. ¿Por qué estaba tan complaciente?
La Sra. Stanley me ayudo a preparar mis cosas, la verdad es que no tenía mucho que empacar, no había salido para nada de la hacienda, Edward no me dejaba y la verdad no me apetecía salir, solo de ver cómo le coqueteaba la resbalosa de Jessica a Edward, me daba unas ganas de darle unas cachetadas y me ponía de mal humor todo el día.
-¿nos vamos?- Edward estaba en la puerta parado, con su hermoso semblante de felicidad, la verdad me parecía extraño
-claro- Salí después de él, habían tres carruajes, delante de la casa
-¿Por qué hay tres? -
-Jessica va con nosotros y no caben todas nuestras cosas y las de ella en un solo carruaje-
-¡ella no ira con nosotros!-
-¿Por qué no?-
-porque no la soporto-
-bueno, más a mi favor-
Pasamos casi todo el viaje sin hablarnos, Jessica acaparaba todo la atencion de Edward.
Las últimas 4 semanas desde que regresamos, eran un asco, Edward me ignoraba todo el tiempo que estuvimos en la casa, excepto en las noches que iba a mi cuarto hacia lo que hacía y se iba, y en la mañanas me traen el asqueroso te.
Nadie podía sentir peor soledad que la mía de eso estaba segura, un hueco en mi alma me hacía llorar casi todos los días, no tenía derecho de salir, ni que nadie me visitara, me sentía como un mueble más en esta casa, el susurro del viento era mi único y mejor amigo, la soledad de las cuatros paredes de mi cuarto, eran mis confidentes, y me sentía vacía.
-te arreglas para salir en la noche-
- ¿a dónde?-
-no te interesa-
Me subí a mi alcoba
-¿quieres huir?- me dijo jessica entrando a mi alcoba
-no entres sin antes tocar-
-perdóneme, yo solo quería ayudarla-
-¿Ayudarme tu?
-si-
-¿te quieres quedar con Edward o no?
-si, señora , el sr no la quiere, y se nota, la trata peor que un perro, la humilla delante de la gente y además no quiere tener hijos que más desea que le haga, PARA QUE SE LARGUE
-si quiere librarse de esto la espero en una hora en la entrada
Jessica tenía razón, no soy nadie solo un mueble más, que Edward compro, escapare le dejare a Jessica a Edward, ya no me interesa.
Fui hacia la salida y ahí estaba parada jessica, me señalo que la siguiera y lo hizo, caminamos por unos 15 min y llegamos a un muro que conlinaba con otra casa
-salta este muro, no es tan alto y después corre sin despejarte de este muro, ahí un pequeño hueco por ahí saldrás y después ya sabrás tú que haces-
Ya sabía que hacer correr hasta la casa de los hale y pedir que me sacaran de esta miseria donde me sentía profundamente vacía, no mire hacia atrás y escale por el muro rasgándome todo el vestido, jalaba las ramas que cubrían aquel muro, no pensé por primera vez en mi padre solo en mi.
Corri por todo el muro que jessica había dicho y cuando llegue al hueco Sali por el hueco,
-¿esto no es fork?- todo era extraño, habían casas, grandes y hermosas, el lugar se me hizo conocido, pero por más que me esforzaba no podía reconocerlo
-por angel- dije, claro era el centro de fork, la casa de los hale quedaba a millas de aquí, ¿Qué aria? No tenía ningún penique. Camine durante una hora, parecía que había enloquecido, mi vestido lleno de tierra y roto, la gente me miraba raro, trataba de taparme la cara no quería que nadie me viera, no quería que alguien me reconociera
-bella- escuche mi nombre por el otro lado de la calle, alce la mirada y lo vi como un ángel
-jacob- entonces no pude contener las lágrimas, y salieron sin permiso
-¿Por qué estás aquí? ¿Así?-
-llévame a casa de los hale, no puedo seguir más con Edward- entonces recordé las palabras que me había dicho antes de mi boda HUYAMOS
-bella que te ha hecho ese infeliz, ven nadie te puede ver así, cerca está mi casa- caminamos unos cuantos minutos, su casa era hermosa y muy grande, la servidumbre me vio con mala cara pero atendió las indicaciones de Jacob. Me bañe y me puso un vestido de su hermana que me había prestado, me sentía limpia y libre
-¿puedo pasar?- me pregunto mientras tocaba la puerta
-pasa-
-bella ¿Por qué huiste de eward?-
-Jacob mi vida ha sido una miseria, el me trata muy mal, yo solo quiero huir-le conté lo que había pasado este últimos meses, lo vacía que estaba y la gran mentira de mi matrimonio, el escucho paciente sin decir ninguna palabra. Pero algo nos sacó de nuestra plática, se escuchaban fuertes ruidos afuera
-DILE A JACOB QUE QUIERO A MI ESPOSA EN ESTE MISMO MOMENTO-
