Habían pasado ya tres semanas desde que Edward me había visto besando con Jacob y aunque todo era un mal entendido, sus palabras me lastimaron demasiado.
Hoy es el gran día y aunque jamás hubiera querido que las cosas sucedieran de esta manera, aquí estaba haciéndose realidad mi mayor ilusión, había sonado tantas veces con el momento en que me casara con Edward, porque lo amaba con todo mi corazón, porque aunque me había propuesto odiarlo por todo lo que me ha hecho no podía evitar amarlo.
Escuche tocar la puerta, me pare de la cama, no me había peinado, ni lavado, la verdad es que no tenía ánimos de nada.Abrí la puerta y estaba ahí Alice, tenía un hermoso vestido rosa claro con encajes por todo el vestido, tenía descotado los hombros y sobre ellos llevaba un hermoso chal
-me ayudaras a arreglarme- días atrás Edward me había mandado una tarjeta donde me decía que mi vestido lo vería hasta el día de la boda y que alguien me ayudaría a arreglarme.
-Así es, pero vete en un espejo, has pasado mala noche- me dijo con todo el sarcasmo del mundo y eso me daba mucho coraje
-has lo que has venido- me sente sobre mi tocador y Alice me empezó a maquillar, arreglar mi pelo, arreglar mis manos. La boda seria a las 2 de la tarde, todavía nos quedaba buen tiempo, tenía un poco de nervios, aún no había visto mi vestido.
me quede dormida casi todo el tiempo, al terminar Alice me desperto y me dijo que me pusiera el vestido, se salio de la habitación y yo voltee mi mirada hacia la cama y ahí estaba mi vestido ,la verdad es que estaba hermoso.
-bella es tarde, APÚRATE-me grito Alice, me puse el vestido sin mirarme y salí de la habitación, camine hacia las escaleras y estaba mi padre parado enfrente de ellas, las baje y lo vi estaba borracho.
fuimos directamente hacia la iglesia, estaba adornada con hermosas rosas blancas y listones blancos me baje del carruaje y camine, la vista se me nublaba y lo pies no me dejaban de temblar y de pronto lo vi estaba sumamente guapo.
la misa se me hizo eterna, cuando fue el momento del beso, me puse muy nerviosa, hace siglos que no lo besaba y al tocar sus labios eran como droga y no quería dejarlos.
la recepcion fue en la casa de los cullen. Estaba hermosa la casa, decorada con listones y rosas blancas.
La fiesta no estuvo del todo mal, todos nos felicitaron y nos daban sus buenos deseos. Eran como la boda de mis suenos, si esto no fuera probocado por el odio de Edward, seria el día más feliz de mi vida.
-me concedes este baile- se paró Edward y me ofreció su mano, me pare y lo agarre de la mano y lo seguí hasta la pista de baile. -estás hermosa- me dijo mirándome con sus hermosos ojos.
-gracias- el color se me subió hacia las mejillas
-que sigue?, ya nos casamos, pero que seguí?- le pregunte un poco molesta
- mi amor, ni en tus peores pesadillas imaginaras cuanto te are sufrir, mientras tanto dile a tu padre que desocupe mi casa- la noticia fue como una bomba, me empece a marear y ver todo borroso - con Penelope Nallely Montero Huerta.
