𝑨 𝑳𝒂𝒔𝒕 𝑪𝒉𝒂𝒏𝒄𝒆 / 𝑹𝒆𝒅 𝑫𝒆𝒂𝒅 𝑹𝒆𝒅𝒆𝒎𝒑𝒕𝒊𝒐𝒏

𝑨𝒍𝒊𝒗𝒆

-¡Está por aquí! Rápido-.

John con dificultad subía aquella montaña qué hace más de 1 hora había pisado. La bala en su hombro dolía a más no poder, pero se aguantaba, necesitaba encontrar a su hermano.

-Rápido..-Dijo sin aliento, había estado corriendo-. Sé que está por aquí.

Llegó a la mitad de la cima, rápidamente buscó con la mirada, y ahí lo vio.

Su hermano. Él hombre que le había salvado la vida se encontraba acostado en aquella roca. Parecía muerto, John no lo sabía pero lo presentía.

-¡Aquí está!- Avisó a los demás.

Tanto Sadie, como Abigail y Tilly llegaron al lugar donde se encontraba el pelinegro. No pudieron contener las lagrimas qué se deslizaron por sus mejillas.

-¿Está..?- Tilly nisiquiera podía hablar, ver a quien tanto la quería tirado en esa roca no le gustaba.

-No lo sé, espero que no..- Dijo Marston-. Iré a revisar.

John se acercó a paso lento al cuerpo inmóvil de Arthur. Puso sus dos dedos en el cuello de este.

Fue cuando lo supo.

La persona que había sido su hermano mayor seguía en el mundo de los vivos.

Le dedicó una rápida mirada de felicidad a las chicas, un solo mirar y supieron lo que John acababa de decirles.

-Ayúdenme a llevarlo a un lugar seguro-.

No dudaron. Tilly y Abigail, ayudaron a John, Sadie se encargaría de hacerles guardia.


Su cabeza dolía, brazos y piernas también. Intentó abrir los ojos pero fue inútil.

-Necesita demasiada recuperación, y cuidados especiales.

Una voz se hizo presente a lo lejos, sin embargo, los párpados seguían sin cooperar.

-Es, verdaderamente un milagro que alguien con tuberculosis haya sobrevivido a tales golpes. Uno de muy pocos.

"Malditos ojos", maldijo en voz baja.

-De todas formas no debe hacer muchos esfuerzos, debe descansar.

-Gracias, doctor- Una segunda voz se escuchó-.

-No me agradezca, es un placer ayudar.

Y así como así, una puerta se escuchó cerrándose y las voces desaparecieron.

¿Dónde estaba? No lo sabía. Nisiquiera sabía el porque seguía vivo, se supone que iba a morir, ¿Por qué razón alguna seguía con vida?

Él realmente no lo entendió.

-Dios..- Dijo en voz baja, suficiente para ser escuchado-. Mierda, me duele todo.

-Son los golpes, Arthur- Se sobresaltó un poco, no pensó que lo escucharía-. De alguna manera, sobreviviste a todos ellos.

-¿Abigail?- Preguntó, segundos después recibió un pequeño acentimiento por parte de la pelinegra-. Oh, mierda. Esto es demasiado.

Abigail pudo simplemente reír y Arthur segundos después se le unió.

Como en los viejos tiempos, pensaron ambos.