𝙏𝘼𝙇𝙆 𝙏𝙊 𝙈𝙀 𝙋𝙇𝙀𝘼𝙎𝙀! |Bbangsaz

8 |final

Minji estaba pensando en una respuesta adecuada para Hanni. La coreana siempre se había caracterizado por enredar mucho sus palabras, haciendo que varias personas no quisieran hablar con ella. Pero Hanni fue la excepción; fue la única que se quedaba a escuchar a Minji, la única que le dio apoyo en sus momentos difíciles, la única que le demostró amor...

Minji respiró hondo y habló.

–Sé que pude haber exagerado a veces, sé que dejar de hablarte no fue la mejor opción, sé que soy la peor persona que hayas conocido. Pero quiero que me des una oportunidad de amarte, de demostrarte el amor que siento hacia ti. Déjame permanecer a tu lado hasta que el destino nos permita seguir juntas... hasta que tú me lo permitas.

Minji se limpió las lágrimas y dijo las palabras que Hanni tanto quería escuchar.

–Te amo.

Minji dejó que las lágrimas cayeran, al igual que Hanni; ambas lloraban en silencio, cada una con una sonrisa de enamorada.

–Yo igual te amo, Minji.

Minji se levantó de su silla y se paró frente a Hanni. Tomó cuidadosamente el rostro de la vietnamita y besó sus labios. Se quedaron allí, mientras que cada persona del lugar presenciaba su amor.

–Solo faltaban tus labios –dijo Minji sonriendo como nunca lo había hecho antes.

–¿Qué? –preguntó Hanni, alejándose un poco de Minji. La vietnamita se caracterizaba por ser una persona algo insegura de sí misma (aunque la gente no le creía).

–Hanni, es que... ¿acaso nunca te diste cuenta?

Minji miró a Hanni con puro amor.

–¿Cuenta de qué?

–De que besé tus mejillas, tu frente, tus ojitos, tu nariz, tus labios...

Minji dijo con un leve sonrojo.

–¿Sabes por qué lo hice?

–No...

–Porque amo cada parte de ti. Amo tus ojos, tu sonrisa, tu estatura, amo tu personalidad, tu manera de ser, la valentía que llegas a tener, tus risas, tu manera de enojarte y de hacerme feliz.

Hanni procesaba todo, e inconscientemente, pequeñas lágrimas salieron de sus ojos, lágrimas que Minji quitó rápidamente.

–¿Quieres ser mi novia...?

–¡¡Sí!!

Hanni aceptó con una sonrisa, la misma sonrisa que le mostró a Minji el día en que se conocieron, el día en que sus vidas cambiaron por completo...

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Y así fue la historia de dos adolescentes que dejaron sellado su amor frente a mil personas, un amor que duró más allá de lo que el destino tenía planeado para las dos, porque, tarde o temprano, te das cuenta de que, si amas de verdad, entonces tu amor no tiene hora como un reloj, solo fluye como el mar, sin un final.

Fin.