Capitulo 2 Ojos bonitos

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Las características de Teff eran peculiares y bastante identificables, sobre todo sus ojos, un color de ojos que era poco común por eso es que muchos podían reconocerlo incluidos compañeros de la escuela donde el estudiaba.

Debido a la buena economía de aquel hombre, Teff estaba en un colegio de alto nivel que permitían tener estudiantes de diferentes edades teniendo áreas para cada uno de ellos e incluso guardería, era un colegio completo lo único que no tenía era una universidad los alumnos después de los 17 años tenían más oportunidad de conseguir becas hacia el extragero.

Sin embargo Teff no solía tener amigos, era desgastador tener que escuchar demasiados pensamientos así que buscaba los lugares más aislados de la escuela para no abrumarse y también se centraba únicamente en sus notas así que el mismo se volvía un excluido, ningún niño de su edad le hablaba ni le interesaba lo suficiente para acercarse a excepción de un chico de grado mucho mayor que conoció en el concurso de cerebritos que la escuela hacía para sacar los mejores talentos de cada nivel educativo. Ese chico quien sólo pensaba que era un bicho raro ya había intentado acercarse al menor en otra ocasión intento hablarle sin éxito alguno. Al mayor le había parecido curioso que un niño tan pequeño como el fuese un cerebrito, era el más pequeño de todos ahí y también el más apartado de todos.

Tres meses antes de su desaparición había podido intercambiar más palabras esa mañana con aquel chico que siempre solía pensar que sus ojos eran bonitos, pero era pésimo expresándose.

__Oye rarito -Dijo el adolescente de aproximadamente 5 años mayor que Teff, usando el apodo rarito para ver si eso llamaba la atención del menor.

Teff levanto la mirada

Bueno, había funcionado.

_¿Cuál es tu nombre?

_ Me llamo Teff

_¿Teff? -Preguntó arrugando la nariz- Hasta tu nombre es igual de raro que tú

_Hmm... ¿Cuál es el tuyo? -Frunció el ceño mirándolo, sentía que en parte el chico sólo venía con la intención de hacerle bullying aunque lo mantenía confundido ya que era la única persona que mostraba interés en el, no sabía con certeza si quería ser su amigo o su bullying.

__Soy Yaem.

_ Es igual de raro que el mío

_Por supuesto que no, ¿Estás planeando matar a todos en la escuela? O ¿Por qué pareces un excluido? -Dijo en un tono burlón.

_¿De que hablas? -Parpadeo sin entender

_De qué pareces un rarito de esos que harían un tiroteo

_Yo no haría algo como eso - Le dijo mirándolo con desaprobación.

__Oh.. Bueno entonces ya se a que clase de otros raritos perteneces. Pero no te preocupes, aquí también aceptamos a los gays -Procedió a despeinarlo para después irse con su grupo de amigos y dejar al menor sólo nuevamente.

Teff no dijo nada, no valía la pena, ya sabía que existían mil rumores sobre el por ser distante de los demás. De todas formas siempre que se encontraba con el mayor el se acercaba con la excusa de decirle gay todo el tiempo.

Después de algunos días de no ver a Yaem a Teff se le hizo raro no volverse a topar con el ya que este era extremadamente popular entre los adolescentes de su grado y de algunos otros por ganar mil concursos de distintas áreas, incluyendo los concursos donde se podían topar de vez en cuando, días después se enteró que se había graduado y que ya no seguía en el colegio, investigo un poco colándose dentro de la oficina del director y busco sus archivos, era el único alumno al que cuyo expediente tenían guardado en la repisa.

Tomó los archivos y aprovechó su tamaño para esconderse debajo del escritorio y se puso a leer.

Se aprendió (sin querer) su dirección y su número telefónico, descubrió que era huérfano y que vivía sólo, también que tenía citas psiquiátricas por el fallecimiento de sus padres, descubrió en qué lugar estuvo trabajando y el apoyo económico que la escuela le brindaba cómo ayuda social. Teff se sorprendió, no se imaginaba al mayor siendo huérfano y que la escuela básicamente le ayudará económicamente con becas, bueno ahora entendía porque Yaem destacaba en casi todas las áreas incluido el deporte (era raro ver chicos en el área de cerebritos y también en el área deportiva)

Volvió a dejar los papeles y se salió del lugar, sólo quería satisfacer su curiosidad.

Un mes después de la desaparición de Teff este había sido bastante cauteloso y había aprovechado su telepatía para pasar desaparecido para algunas personas sin embargo el hambre y el frío comenzaban a fatigarlo mucho, el no podía ir a buscar comida en la basura como cualquier vagabundo ya que su cara estaba por varios lados y temía que una persona quisiera llevarlo devuelta con el asesino de su madre, los inicios de su escondite fueron horribles, se encontraba lleno de tierra, estaba desnutrido pues se alimentaba de plantas y robándole comida a los puestos de tiendas, estaba con los ojos llenos de ojeras por casi no dormir para mantenerse alerta, caminaba lo más alejado que se podía del centro de la ciudad.

Ya no aguantaba más, los desvelos, la desnutrición y el frío comenzaban a debilitarlo cada vez más, se escondió debajo de un banco que se encontraba cerca de una calle ¿Acaso este iba a ser su fin?
¿Iba a morir?

__Oye rarito

Esa voz le sonó tan familiar que sus ojos se iluminaron alzó la cabeza con todas las esperanza de ver el rostro de una persona conocida.

_Ah.. -Le costaba pronunciar palabras, estaba deshidratado no sabía si era una alucinación de su mente o si se había desmayado y estaba soñando.

_Demonios, eres tú, ¿Que te paso? -Yaem se agachó y saco de su bolsa un plato de comida- Comete es- Ni bien termino de decir la frase en cuanto le extendió el plato se puso a comer desesperado, llevaba muchos días sin comer algo decente así que cualquier cosa era gloria.

_Boeh... -Se levanto y se fue, no estaba seguro si era la misma persona, sólo reconoció los ojos de aquel chico pero no estaba tan seguro si era el o un vagabundo que se le pareciera, no pensó más y se fue a su casa, ya era noche y su auto se había descompuesto, nunca le gustó caminar hacia su casa.

Teff lo siguió con las pocas fuerzas que pudo, no quiso que lo reconociera, se sentía lamentable pero no tenía con quién más ir, y aunque no lo conociera, sentía un refugio en el.

Teff estuvo merodiando por la casa de Yaem, con temor a que si le pedía ayuda este lo llevará devuelta con aquel hombre por la recompensa, eso lo hacía solo dar vueltas por el lugar.

Sin darse cuenta un grupo de bandalos lo reconocieron y comenzaron a perseguirlo, sin pensarlo dos veces corrió en dirección a casa de Yaem tocando desesperado y por suerte este abrió

_¡Por favor por favor déjame entrar! -Suplico el menor con mucha desesperación.

Yaem estaba parado y confundido pero en cuanto vio a los bandalos detrás de Teff se inclino hacia un lado y este se metió corriendo, cerró la casa con las 4 cerraduras de la puerta y se volteo a verlo esperando respuestas o mínimamente un "contexto" de lo que estaba pasando.

Por si acaso tomo un bate que estaba a lado de la puerta.

Locura obsesiva Donde viven las historias. Descúbrelo ahora