El Dr.Lee recibe a Han Jisung de paciente, su paciente siempre llega solo a las citas y cada vez está más débil lo que lo hace pensar que es alguien que vive solo. Al principio es solo un paciente pero después sus sentimientos hacia su paciente crec...
No sé cómo, ni cuándo, pero cada vez que él está tan cerca de mi, puedo sentir una calidez y tranquilidad profunda, es como si él pudiera calmar todo a mi alrededor y eso me hace sentir la necesidad de protegerlo sobre cualquier cosa en el mundo.
Es tan pequeño que quiero abrazarlo tan fuerte como pueda, me gustaría poder tomar sus manos y poder expresarle lo mucho que late mi corazón cuando lo veo.
¿Cómo puedo sentir esto por alguien prohibido?
¿Cómo podrá soportarlo mi corazón ahora que late por Jisung?
Mientras lo veo dormir puedo notar lo largas que son sus pestañas y de lo lindo que se ve durmiendo, pero, sus mejillas están más delgadas de lo normal y su piel es más blanca que antes, se qué la leucemia avanza más rápido y no puedo hacer nada... Esto me está matando, soy un doctor y no podré salvar a Jisung sin tratamiento y la médula.
Agachó mi cabeza y siento el fuerte punzón en mi pecho, después del dolor viene el sentimiento del vacío, no puedo evitar pensar que ni siquiera con dinero puedo conseguir una médula para Jisung..
Nunca había hecho una oración pero hace noches atrás comencé a orar para pedir el bienestar de mi paciente o más bien, del hombre que hace latir mi corazón.
Puedo escuchar el maullido de Dori, el pasa su cola por mi pierna así que lo alzó y lo coloco en mi regazo mientras comienzo a dejarle suaves caricias, ¿Qué puedo hacer por Jisung?
Dori maullo nuevamente y entonces se me ocurrió una gran idea.
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Mientras tapaba suavemente sus ojos no podía dejar de sonreír -¿Estás listo?
Jisung asintio mientras movía sus manos nerviosamente, el es muy lindo.
Cuando quite mis manos pude ver cómo abría su boca de sorpresa, sus ojos no tardaron en brillar, se acercó a las orquídeas y múltiples rosas de varios tipos y colores -Minho...- tomó aquella maceta de orquídeas, aquella que anteriormente había estado con él desde un inicio -Esto es demasiado para mí...- sus ojitos no se tardaron en cristalizar y entonces me di cuenta de algo importante.
Jisung es tan sensible que siempre se encuentra en una cuerda que está entre la felicidad y el dolor. Una lágrima lista para caer, una sonrisa en los labios, lista para explotar.
Jisung puede sonreír un poco y después llorar sin detenerse por nada, puede sonreír al ver una orquídea, puede sonreír a tres lindos gatos, sabe cómo admirar a través de la ventana del automóvil y encontrar la paz al igual que el tormento infinito.
Él sabe cómo convertir mis días oscuros en días inolvidables e incluso podría pensar que puede convertir la arena en polvo de estrellas. El es tan sensible que sabe ver más allá de la apariencia, más que una sonrisa y más que una lágrima. Más que la irá, más allá del dolor, Han Jisung vive desde su corazón.
Es como si el tiempo se detuviera para mí, quisiera tocar su resplandeciente cara, tal vez, solo sus pequeñas manos, ahora mismo me conformaría con el mínimo contacto físico.
Al verlo sonreír mientras toca las gardenias no puedo evitar pensar lo mucho que deseo que el pueda quedarse, incluso si no es conmigo, quiero que Han viva y sea feliz.
-MINHO, SON DEMASIDO HERMOSAS- por un momento parece olvidarse de todo, solamente sonríe mientras me mira con total alegría y no puedo evitar sonreír así que también lo hago.
Entonces los microsegundos se convierten en segundos, los segundos en minutos y el silencio entre ambos hace una fuerte tensión, quiero acercarme y confesar mis sentimientos, ¿Él está esperando a que diga algo? Mi corazón palpita tan rápido.
-Jisung- me acerque lo suficiente, estábamos a tan solo unos centímetros y puedo notar su expresión de sorpresa. Sus mejillas se están tornando de color carmesí y ahora puedo decir que su piel ya no es tan blanca -Yo...- mis manos pican por sujetar su cintura, mis labios ansían probar los de él, mi cuerpo necesita el calor de Jisung pero sobre todo aquello, mi corazón lo necesita.
Y fue entonces cuando un ruido lo hizo alejarse, era su celular indicando que su esposo le está llamando, ese "Mi querido esposo" hace que el corazón me deje de latir y hace que duela demasiado.
-Tengo que responder- solamente asentí y observé marcharse, lo único que pude hacer fue extender mi mano hacia su dirección, perdí una vez más.
