𝐽𝑎𝑟𝑑𝑖𝑛 𝑑𝑒 𝑇𝑢𝑙𝑖𝑝𝑎𝑛𝑒𝑠

04| La belleza de Edirne

Hürrem Sultan

Mis cosas al fin estaban listas para partir, los Aghas las estaban subiendo al carruaje, Mehmed se encontraba en los brazos de Suleiman, el había salido para despedirse de mi y de Mehmed, según el, al ver la tristeza y desesperación de su hija fue la única cosa que se le ocurrió aunque es obvio que es mentira, de todos sus hijos, Rayize es su única hija y es su favorita

Es más, Rayize es querida por todos menos por mí, odio a esa niñita. Debo admitir que es bastante inteligente y astuta para su edad y eso que solo tiene cuatro años casi cinco, creo que Havva le ha enseñado bien sobre eso, con los valores es otra cosa, no tiene respeto por el resto, y si lo tiene es muy poco

–Adios, Suleiman, no vemos en siete meses – dije con mas calma de la que esperaría Suleiman

–Te extrañare, mi amada, intentaré visitarte, espero puedas relajarte en Edirne – dijo Suleiman besando mi cabeza

–Que Alah te acompañe en tu viaje y en Edirne – deseo Mahidevran quien acababa de llegar junto con la sultana Hatice y Havva

–Gracias, Mahidevran, deseo lo mismo para ti – dije con una sonrisa, había días en los que yo y Mahidevran podíamos estar sin pelearnos o incluso hablar como si fuéramos amigas de toda la vida, de hecho, ella era la más pacífica y social de las tres

–Que Alah te haga recapacitar y te cuide – dijo la sultana Hatice

–Amén – dije asintiendo un tanto incómoda, hace un tiempo la sultana Hatice y yo nos habíamos empezado a enemistar

–Todo está listo, sultanas – habló Sumbul, Mahidevran y Havva también se irían hoy

–Havva, acercate – Ordenó Suleiman y Havva acató su orden. Mahidevran se acercó a mí

–Gracias

–¿Porqué me agradeces, Mahidevran?

–Por lo que le hiciste a Havva y su castigo, no sabes todo lo que he deseado ver a la víbora de Havva siendo una criada – ambas compartimos un momento de risa – hay días en los que me agradas, Hürrem

–Tu igual, y no tienes idea de lo mucho que me sorprende, bueno, fue un gusto volver hablar contigo, adiós

–Adiós, el gusto fue mio– Mahidevran me sonrió y yo hice lo mismo – Mustafa, vámonos, deseale un buen viaje a la sultana Hürrem y a tu hermano Mehmed

–Buen viaje, sultana Hürrem y hermano – dijo Mustafa

–Yo también le deseo un buen viaje, príncipe Mustafa, y a usted también, sultana Mahidevran – dije con una sonrisa por la educación de Mustafa, se notaba que Mahidevran si sabía educar a su hijo

–Su majestad, Mustafa y yo ya nos vamos, Havva, ve al carruaje – Mahidevran se despidió de Suleiman y subió al carruaje junto con Mustafa

–Yo también me iré, su majestad, adiós

–Adiós, Hürrem, ten un buen viaje– solo asentí

–Adiós, sultana Hatice – ella asintió en señal de despedida

Subí al carruaje junto con Mehmed y Nurhan, cuando este comenzó a avanzar solté un suspiro y una sonrisa tranquila se dibujó en mi rostro, apoyé mi cabeza en el respaldo y cerré los ojos hasta quedarme dormida

Camino a Manisa
Mahidevran Sultan

–Havva, ¿que te dijo su majestad? – pregunté mientras acariciaba la cabeza de Mustafa que estaba sobre mi regazo durmiendo

–No es nada, Mahidevran, además, ¿porque te interesa?– respondió a la defensiva

–¿Recuerdas lo que dijo su majestad? Si me quejo de ti, tu te volverás Hatun, así que te conviene decirme que fue lo que te dijo

–Maldita sea– murmuró rodando los ojos

–Havva– regañe– No me obliges a quejarme

–Esta bien, dijo que si yo le desobedecía o si intentaba hacer algo contra usted o Mustafa me volvería a castigar

–Si te soy honesta, no pensé que la Valide aceptaría algo así, después de todo eres su favorita de las tres

–Yo tampoco lo esperé, aunque la Valide no hace diferencia entre sus nietos, hayan o no hayan nacido, tal vez por eso prefirió no entrometerse

4 horas después
Palacio de Edirne
Hürrem Sultan

Una vez que mis cosas estaban en los aposentos que serían mios durante mi estadía en Edirne, salí al jardín, hacía tiempo que la venía, cuando era Haseki, solía pasear con Mihrimah y Mehmed, años después con todos mis hijos

El jardín se mantenía igual, era realmente hermoso, la calma llenaba el lugar, por fin no tendría que soportar a Havva, Hatice, Hafsa y Rayize, Mahidevran pasaba desapercibida, no era tan problemática como las demás

Ahora podría disfrutar de siete meses de paz y tranquilidad con.mi mejor amiga y mi hijo. Nada podría ser mejor que disfrutar de la paz y la belleza de Edirne

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Dedicado a: serpiente_rusa